Fuente: Cronista – Los nuevos edificios corporativos atraen la atención de las empresas según el último informe de Newmark. Cuánto sale instalarse allí y cuáles son los beneficios.
El mercado de oficinas no logra recuperarse. Los espacios disponibles crecieron en el último trimestre del año llegando a una vacancia del 18,8%, casi dos puntos por encima de la que se registró en el período anterior. Sin embargo, pese a un contexto adverso, Palermo se posiciona como el nuevo polo empresarial con edificios de categoría.
«La demanda sigue centrada en la calidad, con una absorción neta positiva de 5544 metros cuadrados (m2) y un valor promedio de renta pedido que creció hasta los u$s 23,7 por m2 al mes», resaltó el informe de Newmark Argentina, empresa que brinda servicios inmobiliarios corporativos.
En el cuarto trimestre de 2024, el mercado de oficinas registró una superficie total alquilada de 8436 m2. Los polos emergentes concentraron la mayor parte de la actividad y Palermo se destacó como el submercado más dinámico «con más de 3000 m2 alquilados», remarcó el informe.
La superficie desocupada ascendió a 2892 m2, lo que refleja un ritmo moderado en la demanda, con varios submercados que no registraron absorciones significativas. «Este comportamiento evidencia un mercado en transición, donde los nuevos proyectos captan la atención, mientras otros submercados enfrentan mayores desafíos para atraer ocupantes», explicó el informe de Newmark.
El fenómeno Palermo
Hoy Palermo es la zona más demandada, pero también lidera el índice de vacancia con un significativo 69,74%. La explicación es sencilla: en el último trimestre se incorporó el nuevo edificio premium Ola Palermo, que aún está en proceso de ocupación.
«El valor promedio de renta pedido aumentó a u$s 23,7 el m2 por mes y Palermo se posicionó entre las zonas más caras, con un promedio de u$s 29,25«.
«La realidad es contundente: no hay nuevos desarrollos en vista, y los tres proyectos en construcción apenas suman 106.334 m2, una superficie que puede llegar a ser insuficiente para dinamizar el sector en el futuro», resaltaron desde Newmark.
Además agregó que «el futuro plantea un desafío ineludible: la falta de nuevos desarrollos deja a los edificios existentes en el foco de las expectativas del mercado«. Es decir necesitan aggiornarse con la nueva demanda para lograr volver a ser ocupados.
«Los edificios ya construidos deben modernizarse, adaptarse a las especificaciones que las empresas actuales demandan y transformarse en espacios que potencien la productividad. Esta no es solo una oportunidad, sino una necesidad imperiosa para responder a un mercado en el que las innovaciones marcan la diferencia», concluye el informe de Newmark.
Fuente: La Nación – El edificio de Olazábal 3432 que por décadas se mantuvo en estado de abandono fue desalojado ayer en un procedimiento ordenado por la justicia penal.
Mientras retiraba cajas, María Sánchez, de 34, declaró entre lágrimas: “No tengo a dónde ir. Mi papá se va a la casa de uno de mis hermanos y mis tres hijos, que nacieron acá, están con sus abuelos. No queríamos que pasen por esto. Hace más de 15 años que vivo acá. Nunca me negué al desalojo, solo pedí un tiempo más junto a otros vecinos para poder sacar bien las cosas, pero nos lo negaron. Pagábamos todos los servicios, es mentira que estábamos colgados de todo”.
La mole, o el gigante de hormigón, de Belgrano R quedó desocupado. El edificio de Olazábal 3432 que por décadas se mantuvo en estado de abandono fue desalojado ayer en un procedimiento ordenado por la justicia penal luego de una denuncia por usurpación impulsada por la empresa constructora que en 2022 adquirió el predio inacabado de 15 pisos en una zona residencial.
El retiro de las 19 familias ocupantes es uno de los tantos capítulos de los 60 años de vaivén judicial que se sucedieron para definir a quién corresponde realmente el dominio de la propiedad. Es una historia que comenzó con la quiebra de la desarrolladora del inmueble, siguió con una adquisición del Estado Nacional que nunca se escrituró, un proyecto frustrado de viviendas sociales y una presunta estafa, décadas más tarde, que involucró a privados mediante la supuesta adulteración del boleto de compraventa que derivó en una causa penal que al final prescribió en la justicia.
El dominio aparente está hoy en cabeza de privados aunque la serie de irregularidades en la operación dejó abierta la posibilidad de que el Estado Nacional reclame en la justicia el recupero del inmueble —valuado en 6 millones de dólares— que compró en 1972.
“Solo falta una decisión política del Estado de quedarse con el inmueble que le pertenece. El que impulsó el desalojo fue CRMJ Construcciones, la empresa que compró el edificio, ya estando ocupado, a un privado que no tenía la titularidad y había sido procesado por defraudación, pero la Justicia dejó prescribir su causa”, dice Carlos Prillwitz, abogado y representante de la Sociedad de Fomento de Belgrano R, una asociación vecinal formada en los 80, sin fines de lucro.
De acuerdo con Prillwitz, la empresa le compró en 2022 el edificio a un privado, Ramón Hugo Eiviño, a través de una escribana que dio luz verde a la operación sin realizar el estudio de dominio del inmueble que hubiese revelado que la propiedad pertenecería todavía al Estado.
“Se hizo una limpieza del dominio para darle una apariencia de legalidad. Georgelina Ana Castellano, la escribana que intervino no hizo el estudio de título porque sino no se hubiese podido concretar nunca esa escritura. Ahí se hubiese revelado automáticamente que el comprador le estaba comprando el inmueble a una persona que no era el dueño ni tenía la facultad de poder venderlo. El Estado tiene que iniciar ahora una demanda contra el titular aparente, CRMJ, para que la Justicia reconozca al verdadero propietario e inscribir el edificio a su nombre. El Poder Ejecutivo tiene que impulsar una demanda civil de reivindicación de su propiedad, donde tiene todas las posibilidades de ganar el juicio”, agrega el abogado.
La última compraventa fue cuestionada en la justicia comercial por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), organismo responsable del patrimonio estatal denunció maniobras en perjuicio del Estado y solicitó que se intime a la escribana a presentar el detalle del estudio de dominio respalde la operación.
En el escrito al que accedió LA NACION el organismo sostuvo “de manera alguna podría haberse incorporado al patrimonio de Eiviño el inmueble adquirido mediante instrumentos nulos en situaciones delictuales”. Luego esgrimió que no está documentado en el expediente comercial ni en los registros de AABE que el Estado le haya vendido el edificio a Eiviño, el privado que luego vendió a CRMJ. La Justicia hasta el momento no ordenó que se avance con el pedido del organismo que podría determinar quién es el verdadero propietario.
LA NACION intentó comunicarse con CRMJ por diferentes vías sin éxito; no cuenta con web oficial ni canales de contacto oficiales publicados.
La historia del gigante de hormigón
En 1965, la empresa Promobra S.A. comenzó la construcción de 15 pisos en Olazábal, pero se declaró en quiebra y dejó el edificio inconcluso, con la fachada que se puede ver hasta hoy. El Estado Nacional lo compró a través del Ministerio de Bienestar Social, en 1972, en una subasta pública por $757.000, mediante un pago a través del Banco Hipotecario Nacional. Se trataba de un inmueble de tres lotes con una superficie de 1587 metros² para destinarlo a viviendas sociales. Nunca inscribió la compra en el Registro de Propiedad ni concretó las obras del programa habitacional. Décadas de abandono y desuso derivaron en que los primeros pisos fueran ocupados por familias que lo habitaron en situaciones precarias sin acceso a los servicios básicos.
En 2004, el dominio apareció registrado a nombre de particulares que lo habrían inscripto de forma irregular mediante la presunta falsificación de escrituras y boletos de compraventa. Aquel año se inició una causa penal por estafa y falsificación de documentos contra cuatro personas, entre ellas Eiviño y Rubén Orlando Pereyra. La fiscalía solicitó que la causa se elevara a juicio oral bajo el argumento de que se había utilizado documentación falsa para simular la compra del inmueble a un precio muy bajo. El juicio no se celebró en tiempo y en 2018, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°9 sobreseyeron a los imputados haber operado la prescripción de la causa.
En 2022, una empresa constructora llamada Edificaciones Kaimo depositó los fondos necesarios para levantar la quiebra de Eiviño, permitiendo que el edificio pueda ser vendido a CRMJ. La empresa adquirente inició en la justicia de la Ciudad, a través del presidente de la firma, Franco Carnevale, una denuncia contra los ocupantes por el delito de usurpación. El juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Nº 13 ordenó entonces que se realizara, ayer, 6 de enero de 2025, el allanamiento y desalojo del edificio para su restitución a CRMJ.
Entre las personas desalojadas se encontraban niños, adultos mayores y personas con discapacidad, quienes enfrentaron las dificultades del traslado con la ayuda de familiares y vecinos. Algunas de las personas que dejaron el lugar nacieron en el edificio y otros residían hace más de 30 años. Según los residentes, no hubo resistencia al desalojo, aunque muchos expresaron su malestar por el poco tiempo que se les dio para abandonarlo y retirar sus pertenencias
El desalojo
Ayer por la mañana en Olazábal un camión de carga estacionado frente al edificio era utilizado para retirar las pertenencias de las familias desalojadas. En la calle apilaron colchones, muebles y bolsas con urgencia para despejar el lugar.
“Solo nos dieron 72 horas para desalojar. Tengo tres nenes, y uno de ellos tiene epilepsia. Los saqué el fin de semana para que no vivan esta situación. Tengo una impotencia bárbara. En 72 horas es imposible que consiga un alquiler, estoy desesperado. Hay gente que no quiere salir porque no tiene lugar a dónde ir, yo tampoco”, contó Raúl Raven, de 34 años, quien nació y creció en el edificio.
Sentado sobre un inodoro en la calle, Luis Cruz, de 79 años, sostuvo: “Esta noche no sé dónde voy a dormir, hace 10 años que vivo acá. Me enteré ayer a la tarde que nos desalojaban. ¿Cómo puedo hacer para irme en tan poco tiempo? No les importó en absoluto mi condición. En un momento pensé en resistirme, pero no valía la pena. Estoy desesperado”.
En igual sentido se expresó Liliana Beatriz, de 40 años. “Me están echando como un perro. No tuve ni tiempo de procesarlo, me quedé sin casa y no tengo a dónde ir”, dijo.
Por su lado Lucas Hernández, sostuvo que hace 14 años que vive en el edificio junto a su esposa que nació allí. “El viernes a última hora nos mandaron la orden de desalojo. Somos gente laburante y éramos unos vecinos más de la zona. Ahora no tenemos a dónde ir”, dijo Hernández.
Impacto en el barrio
Los vecinos de la zona en su mayoría refirieron haber tenido una buena convivencia con los ocupantes. “Había de todo, pero en su mayoría eran laburantes, nunca tuvimos problemas con ellos. El desalojo fue muy desprolijo, muchas de las personas que viven ahí fueron a trabajar y, al volver, se encontraron con esto”, se lamentó Salvador, un vecino de la zona.
Por su parte, Patricia Mauad, vecina que vive frente al edificio, dijo: “Hace 30 años que vivo acá y ellos siempre estuvieron. No había problema con la gente del edificio, se portaban bien y la convivencia era buena. Igual es lógico que los desalojen, se puede hacer una cantidad de viviendas enorme en el edificio”.
Desde el punto de vista estructural el edificio está en condiciones y se mantiene y tiene una ubicación estratégica para el mercado inmobiliario. Está en una zona residencial de alto valor y es una construcción de enormes dimensiones emplazada en un lugar donde el código urbanístico prohíbe edificar por encima de los tres pisos. Como fue levantado antes de que se impusiera un límite de altura, no existe obligación para demoler los 15 pisos.
Desde la Sociedad de Fomento de Belgrano R impulsan que se retome el destino original del edificio para viviendas sociales. “Esperamos que el Estado insista con su pedido o inicie las acciones legales para recuperar ese importante patrimonio que es de todos nosotros”, agregó por último Prillwitz.
Fuente: La Nación – Este ícono de la ciudad de Buenos Aires fusiona historia y una cultura distintiva, lo que lo ha transformado en un referente.
El icónico Palacio Barolo fue elegido como el edificio más lindo de la Ciudad de Buenos Aires en una encuesta de la que participaron más de 600.000 personas. Esta joya arquitectónica, ubicada sobre la Avenida de Mayo al 1300, fue inaugurada en 1923 como el primer rascacielos de América Latina y cautivó a votantes que participaron en un ejercicio que mezcla historia, cultura y arquitectura. El relevamiento se realizó por Instagram y fue organizado por la inmobiliaria Martín Pinus Real Estate.
El segundo edificio con más votos fue Otto Wulff, ubicado sobre la avenida Belgrano y Perú, en el barrio de Monserrat. Se trata de una singular construcción del modernismo alemán levantada en entre 1912 y 1914.
La participación fue clave en la convocatoria: “En los posteos invitábamos a la gente a votar por su edificio favorito. A lo largo de varias semanas, cada viernes publicábamos un nuevo video de edificios nominados, generando un verdadero entusiasmo entre nuestros seguidores”.
“Somos amantes de Buenos Aires, de la arquitectura antigua, moderna, los rincones que de repente te llevan a otros lugares del mundo”, compartió Martín Pinus, director de la firma inmobiliaria homónima las razones que lo llevaron a avanzar con el relevamiento. La iniciativa comenzó con la publicación de fotos y videos de edificios emblemáticos de la ciudad y terminó cautivando a la audiencia.
“Durante mucho tiempo, nuestros posteos en redes sociales se centraban en las propiedades a la venta, pero hace un año decidimos cambiar de enfoque. Queríamos conectar con la gente desde un lugar más interactivo y lúdico”, señaló el broker. A partir de ahí, comenzaron a pedir sugerencias y nominaciones de los edificios que sus seguidores consideraban más bellos de la ciudad, generando una dinámica de participación activa. En cada video, aseguran, haber alcanzado picos de más de un millón de visualizaciones, y más de 600.000 personas participaron activamente, ya sea votando o comentando. Este nivel de interacción demuestra el gran interés que existe en la comunidad por conocer más sobre la arquitectura de la ciudad y destacar aquellos edificios que marcan la historia de Buenos Aires.
¿Cuánto sale alquilar o comprar una oficina?
A pesar de su relevancia histórica y arquitectónica, el Palacio Barolo sigue siendo una propiedad muy demandada en el mercado inmobiliario. Actualmente, el edificio está dedicado exclusivamente a oficinas, y su uso no permite viviendas particulares. En su interior, conviven profesionales de diversas áreas, desde arquitectos y abogados hasta informáticos y productores audiovisuales. Un dato clave, tiene un 90% de ocupación. “Las propiedades en venta en el Palacio Barolo varían entre los US$1400 y US$2300 por metro cuadrado, dependiendo del estado de conservación, la vista y la luz de cada oficina”, explicó Pinus.
Originalmente diseñado con unas 400 oficinas, el edificio sufrió modificaciones a lo largo de las décadas. “Las unidades van desde los nueve hasta los 200 metros cuadrados . A medida que pasaron los años, las 400 unidades originales se redujeron a unas 200. La estructura interna se fue modificando y unificando. A su vez, Pinus señaló que las oficinas más grandes cuentan con baño y toilette internos, mientras que las más pequeñas comparten baño en el mismo piso, aunque también disponen de baño privado en algunos casos.
¿Lo sabías?
Ubicado en Avenida de Mayo 1370, el Palacio Barolo no es solo un edificio, sino una pieza clave de la historia porteña. Inaugurado en 1923, fue concebido como la primera torre de Buenos Aires y, de hecho, de toda América Latina. Este impresionante rascacielos de 100 metros de altura fue un verdadero desafío para la arquitectura tradicional de la época.
Los edificios construidos en esa época solían ser de piedra símil de París, con un estilo arquitectónico tradicional y materiales clásicos. En contraste, el Palacio Barolo fue concebido como una obra moderna de hormigón, destacándose por un estilo que, en su momento, fue considerado inclasificable, ya que rompía con las tendencias arquitectónicas de la época y proponía algo completamente nuevo y único.
La construcción, innovadora para su época, se caracterizó por el uso artístico del hormigón armado, combinado con un estilo ecléctico (se refiere a la fusión de elementos de diferentes estilos arquitectónicos de diversas épocas y culturas), con reminiscencias del gótico y, de manera destacada, del arte islámico de la India.
Luis Barolo, un empresario textil, encargó la construcción del edificio al arquitecto italiano Mario Palanti, quien desafió las convenciones arquitectónicas de la época, favoreciendo un estilo audaz y moderno. “El Palacio Barolo fue resistido en su momento, ya que cuadruplicaba la altura permitida por las normativas de la ciudad. Además, su diseño era completamente distinto a los edificios de la élite porteña, que prefería la arquitectura francesa”, explicó Pinus.
A pesar de su majestuosidad, el Palacio Barolo perdió rápidamente su lugar como el edificio más alto de Latinoamérica. En 1928, tan solo cinco años después de su inauguración, fue desplazado por su “mellizo” en la ciudad de Montevideo, el Palacio Salvo. Luego, en 1935, el Edificio Kavanagh en Buenos Aires lo desbancó del podio.
¿Para qué querrías un faro en el centro de la ciudad? Es una concepción bastante extravagante, pero para Barolo, según el mito que rodea la arquitectura del edificio, representaba el paraíso. Es decir, la luz, que para él era Dios, según la interpretación de La divina comedia.
Su hermano gemelo
Inaugurado en 1928, el Palacio Salvo ubicado en Montevideo se destaca por su carácter emblemático, similar al de su homónimo en Buenos Aires. Con 29 pisos, seis más que el Barolo, su diseño también incluye una torre que recuerda a la del Palacio Barolo. En ambos casos, la inspiración proviene de la arquitectura de los faros, simbolizando la conexión entre la ciudad y el mar.
Aunque las dos construcciones se desarrollaron de manera paralela, el Palacio Salvo se ha consolidado como un símbolo inconfundible del patrimonio urbano de Montevideo, destacándose por su imponente arquitectura y rica historia que lo vinculan con su par de Buenos Aires, el Palacio Barolo. Ambos edificios comparten una conexión única que los convierte en emblemas regionales de una época.
Testigo de la evolución porteña
El Palacio Barolo no solo es un testimonio del pasado, sino que sigue siendo un referente de la evolución arquitectónica de Buenos Aires. Su historia de resistencia y transformación lo ha convertido en un símbolo de la ciudad, y hoy, más que nunca, es un ejemplo del dinamismo y la modernidad que caracteriza a Buenos Aires.
El Barolo no solo es un edificio que forma parte del paisaje porteño, sino que también es un testigo de la historia de la ciudad y de cómo la arquitectura puede cambiar nuestra forma de entenderla y vivirla. La gente se enamora de sus rincones, su imponente fachada y su historia única. Es un lugar donde la historia y la modernidad se encuentran de manera fascinante.
El éxito de la votación y el interés despertado por el Palacio Barolo reflejan el deseo de los habitantes de Buenos Aires por conectarse con la ciudad a través de su arquitectura. La participación en la encuesta demuestra que la arquitectura no solo es un tema de diseño, sino un motor que despierta emociones, recuerdos y orgullo colectivo.
Fuente: infobae – Su forma cilíndrica rompió hitos arquitectónicos y se volvió un clásico del skyline de la Ciudad. Mantiene alta demanda y hay lista de espera por sus oficinas, que albergaron grandes empresas de varios sectores de la economía
La Torre Prourban, más conocida como “el Rulero” por su forma cilíndrica, cumplió 40 años desde su inauguración, en 1984 (aunque la construcción terminó en 1983). Ubicada en la estratégica esquina de Avenida del Libertador y Carlos Pellegrini, en Retiro, este edificio de 107 metros de altura se consolidó como un ícono urbano que marca el ingreso a la emblemática Avenida 9 de Julio.
Para celebrar este hito, se realizó un evento especial que reunió a destacadas personalidades del ámbito arquitectónico y empresarial de la ciudad de Buenos Aires e incluye una muestra fotográfica que repasa el proceso constructivo original y las más recientes renovaciones.
Actualmente, hay lista de espera de empresas interesadas en mudarse allí, algo poco habitual en otros edificios. El valor de alquiler, según datos del mercado corporativo, oscila en USD 30 por metro cuadrado.
Área de ingreso al edificio icónico
Operan principalmente empresas financieras, embajadas y oficinas de holdings corporativos, como el Grupo Macri, fundado por Franco Macri, padre del ex presidente Mauricio Macri. En el inmueble operaron y lo siguen haciendo algunas automotrices que también contribuyeron a la fama de “El Rulero”, como FIAT, entre otras.
Trayectoria y cómo se edificó
La historia del edificio comienza a fines de los años 70, cuando la empresa Sideco adquirió el terreno en una esquina privilegiada de la ciudad, apuntando a desarrollar un edificio que reflejara innovación arquitectónica.
La obra se inició a fines de los ´70 (Foto Gentileza: Estudio de Arquitectura MSGSSS)
Según Justo Solsona, uno de los arquitectos a cargo del proyecto y miembro del estudio MSGSSV (que fue premiado por esta obra), la propuesta de un edificio cilíndrico fue seleccionada no solo por su singularidad estética, sino también por sus ventajas estructurales. “La forma cilíndrica permitía optimizar la resistencia al viento, lo que significó un ahorro significativo en la construcción”, destacó a Infobae.
La torre, que cuenta con 27 pisos de oficinas y dos niveles adicionales para equipos técnicos, se construyó con un sistema de “tubo en tubo”. Esta técnica consiste en una estructura doble —una interior y otra exterior— que permite liberar el espacio perimetral para oficinas y maximizar la entrada de luz natural.
También sus plantas interiores circulares marcaron un hito en ese momento.Fachada con buñas horizontales y verticales, complementada por ventanas cuadradas que destacan la simetría del diseño arquitectónico
La fachada, de hormigón visto, se caracteriza por buñas horizontales y verticales y ventanas cuadradas de gran formato, lo que le otorga su distintiva apariencia robusta y atemporal.
El impacto del “Rulero” en la dinámica urbana
La influencia de la Torre Prourban en la configuración de su entorno es importante para la ciudad, además es uno de los edificios más fotografiados de CABA junto con el Comega y Chacofi II (próximo con “El Rulero”), otros dos iconos del Centro porteño.En plena ejecución en sus interiores y su estructura circular (Foto Gentileza: Estudio de Arquitectura MSGSSS)
Solsona reflexionó sobre cómo el edificio ayudó a transformar la entrada a la Avenida 9 de Julio al establecer un diálogo arquitectónico con otras construcciones en la zona. “A pesar de los cambios en la ciudad, el entorno inmediato de la torre se mantuvo relativamente constante, preservó el carácter que este edificio le imprimió desde sus inicios”.
Desafió su época
La construcción del edificio tomó aproximadamente dos años y medio, un tiempo notablemente corto para un proyecto de esta envergadura, informaron desde el sector inmobiliario.
Solsona recordó que, “a pesar de los desafíos técnicos, Sideco respetó el diseño original durante todo el proceso, aunque se introdujeron ajustes menores, como la inclusión de una escalera de emergencia debido a una nueva normativa municipal”.
El resultado fue un edificio que no solo redefinió el skyline de Buenos Aires, sino que también se convirtió en un referente para futuras construcciones en la zona. Varias filmaciones y películas se hicieron allí
Desde su inauguración, la torre se mantuvo como uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, en parte por su ubicación estratégica que marca la entrada a una de las avenidas más importantes de Buenos Aires.Un edificio de oficinas que fue varias veces premiado
“Es un edificio que se distingue por su simplicidad y al mismo tiempo por su capacidad de generar un impacto visual significativo”, añadió Solsona.
Modernización y revitalización urbana
En las últimas décadas, la Torre experimentó un proceso de renovación constante para adaptarse a las necesidades sin perder su esencia original. Desde 2019, la gestión estuvo a cargo de Waves in Movement, bajo la dirección de Marcos Villanueva, quien destacó las múltiples intervenciones realizadas en los últimos años para mantener la torre al día. “Nos enfocamos en modernizar las instalaciones, pero siempre con el respeto por el legado arquitectónico de este edificio”, señaló durante el evento de aniversario.Planta baja
Entre las mejoras más destacadas se incluyen:
Reemplazo del sistema de climatización por chillers (enfriadores, se refiere a sistemas de refrigeración utilizados para climatizar grandes edificios, enfría el agua que circula a través de los sistemas de aire acondicionado) más eficientes.
Modernización de las baterías de ascensores, con tecnología de llamada anticipada que optimiza la circulación.
Actualización integral del sistema de control de acceso para garantizar la seguridad.
Se hicieron modificaciones en la zona de ascensores
Restauración y pintura de la fachada, que mantiene su carácter de hormigón visto.
Renovación del lobby principal con nueva iluminación y cielo raso, mejora la atmósfera de las áreas comunes.
Estas renovaciones permitieron que la Torre Prourban continúe siendo competitiva en el mercado de oficinas premium de la ciudad, atrayendo a empresas que buscan espacios modernos y funcionales.
Villanueva subrayó la importancia de estos trabajos: “Cada intervención fue pensada para mejorar la experiencia de los usuarios y al mismo tiempo preservar el valor histórico del edificio”.
Más espacios verdes y sostenibilidad
De cara al futuro, se anunció un nuevo proyecto que se pondrá en marcha en 2025: la creación de un espacio verde que rodeará la torre, transformará sus jardines en áreas de uso común más accesibles.Imagen nocturna de un edificio que es emblema en esta zona de Retiro
Este proyecto es el resultado de un concurso liderado por la Sociedad Central de Arquitectos (el arquitecto ganador del curso es Pablo Guerra de Mendoza) y busca mejorar la integración del edificio con su entorno, fomentará así el uso de espacios al aire libre en un contexto donde las empresas valoran cada vez más el bienestar de sus empleados.
“El objetivo es que este espacio verde no sea solo un área decorativa, sino un punto de encuentro que incentive la creatividad y el bienestar de quienes trabajan aquí”, explicó Villanueva.
Además, el proyecto apunta a responder a la demanda de empresas que buscan atraer talento ofreciendo entornos laborales más sostenibles y en contacto con la naturaleza.Área verde y espacios cercanos al ingreso del edificio serán renovados en 2025
El evento de celebración concluyó con una muestra fotográfica. “La Torre Prourban no solo es un símbolo de la arquitectura porteña, sino un ejemplo de cómo un edificio puede seguir transformándose sin perder su esencia”, concluyó Villanueva.
Ficha técnica de “El Rulero”
Arquitectura: MSGSSV / Flora Manteola, Javier Sánchez Gómez, Josefa Santos, Justo Solsona, Rafael Viñoly (arquitecto uruguayo que falleció en 2023). También participó el arquitecto Carlos Sallaberry.
Proyecto: 1976-1977.
Finalización: 1983.
Promotor: Creaurban.
Superficie total construida: 31.400 metros cuadrados (21.000 m2 de oficinas + 10.000 m2 de estacionamiento).
Fuente: Cronista – La empresa, dueña de shoppings en el país, anunció la inversión en la CNV. Además, avanza en su mega desarrollo en el ex predio de Boca.
IRSA, el holding de Eduardo Elsztain, sumará un nuevo shopping. Con una inversión de u$s 27,7 millones anunció que compró un centro comercial en el Gran Buenos Aires.
«La Sociedad anuncia que se encuentra en proceso de adquirir un nuevo centro comercial en el Gran Buenos Aires por un monto de u$s 27,75 millones que espera concretar en los próximos días», anunció la compañía dueña de Alto Palermo, DOT Baires y Abasto -entre sus 15 shoppings de todo el país- a través de un comunicado en la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Desde IRSA advirtieron que la operación se cerrará el lunes próximo y hasta el momento hay confidencialidad para informar cuál es el nuevo shopping que se suma a la cartera.
Sin embargo, hace solo algunos meses la propia IRSA había anunciado una inversión de u$s 200 millones en al menos 10 proyectos. Entre ellos estaba un nuevo centro comercial en La Plata y la ampliación del Alto Avellaneda.
Según había explicado el propio Eduardo Elsztain, el nuevo complejo al aire libre de La Plata tendría el microclima de Distrito Arcos, rodeado de 15 torres de viviendas y un hotel.
En agosto de este año el emporio de los shoppings también adquirió un terreno clave en la provincia de Buenos Aires. IRSA le compró al empresario Francisco De Narváez un megaterreno vecino al shopping Alto Avellaneda. por el que pagó u$s 12,2 millones.
La propiedad totaliza 86.861 metros cuadrados (m2) y tiene una superficie construida de 32.660 m2, con potencial de expansión a futuro. Ese predio supo ser de Walmart.
El nuevo anuncio de IRSA en la CNV se hizo en New York Stock Exchange (NYSE, la bolsa de comercio de Nueva York) luego de que la compañía cumpliera 30 años de cotización.
Avances en el demorado proyecto del ex predio de La Boca
Por otra parte, IRSA informó a la CNV «el avance en el proceso de comercialización de la primera etapa del proyecto «Ramblas del Plata», que consta de 14 lotes con 126.000 m2, representativos del 18% de la superficie vendible total de proyecto».
Según dijo Elsztain, éste es un emprendimiento emblemático «que se comenzará a construir a fin de año y estará listo en alrededor de una década».
Allí Elsztain vislumbra que las residencias estarán destinada aun público «típico porteño de clase media», aunque proyecta que tenga valores similares a los de Puerto Madero. Piensa incluso en un barrio que pueda ser elegido por «la tercera edad, como esas zonas en otros países donde vive gente en su etapa de retiro, que disfruta de rodearse de pares y tener mucho aire libre y entretenimiento».
Según el holding, «la Sociedad recibió ofertas de canje de tierra por metros cuadrados vendibles o de compra por parte de desarrolladores locales por la totalidad de los lotes. De concretarse las operaciones, tres lotes serán abonados en efectivo por un total aproximado de u$s 40 millones y el resto será a través de la modalidad de permuta, recibiendo aproximadamente 16.500 m2 en unidades funcionales en los emprendimientos una vez terminadas las obras».
Por su parte concluyó que «en los próximos meses la Sociedad comenzará los trabajos de infraestructura en el predio «Ramblas del Plata» mientras se concluyen las firmas de los acuerdos mencionados».
PBG Desarrollos celebró la inauguración de Azur, innovador edificio que redefine el uso de espacios en Palermo Nuevo que propone espacios dinámicos
Azur fue desarrollado por PBG Desarrollos, con la arquitectura del Estudio Aisenson y la dirección de obra de Gradel & Kopelioff.
Este proyecto cuenta con 9 plantas más terraza y un total de 51 unidades con superficies que van desde 55m2 hasta 460m2, todas con balcón e incluso algunas con terraza propia. Está estratégicamente ubicado (Godoy Cruz 2880), una zona privilegiada de Palermo, a solo 3 cuadras de Av. Del Libertador y 2 de Av. Santa Fe, una zona altamente solicitada por el turismo nacional e internacional.
Este área es un hub de distribución del tráfico de la ciudad, con accesos a todos los medios de transporte y arterias que van tanto hacia Zona Norte como hacia el centro de la ciudad. Además, en los alrededores se pueden encontrar una gran variedad de propuestas gastronómicas, comerciales y culturales, lo que lo convierte en un lugar ideal para vivir y trabajar.
El edificio dispone de cocheras en 2 subsuelos con bauleras, seguridad 24 horas, sala de reunión/ cowork y usos múltiples, acceso vía reconocimiento facial en cochera y hall del edificio, cerraduras electrónicas en unidades funcionales y una terraza con sky club para que los usuarios puedan disfrutar de momentos de relax y esparcimiento.
Este interesante proyecto propone espacios flexibles y dinámicos, aptos para oficinas, consultorios
Azur llegó para redefinir la flexibilidad
«Estamos muy orgullosos del lanzamiento de Azur, que ha llegado para redefinir la flexibilidad. Ya sea como oficinas, estudios o consultorios, departamentos para alquiler temporario, o una combinación de ambos; estos espacios versátiles ofrecen beneficios significativos. La capacidad de ajustar el uso del espacio según las demandas actuales y futuras del mercado es una ventaja competitiva importante. Además, esta adaptabilidad permite a los propietarios maximizar el retorno de su inversión, ya que pueden adaptar sus unidades a diferentes segmentos del mercado sin necesidad de realizar modificaciones estructurales. Esta característica, convierte a Azur en una propuesta ideal para empresas en crecimiento, freelancers o inversores que buscan una propiedad versátil y adaptable» explicó Marcelo Saul, co-founder de PBG Desarrollos junto a Patricio Rozenblum y Guido Cabrosi.
Hoy, este proyecto se presenta como una propuesta única en el mercado inmobiliario porteño, combinando un diseño vanguardista con espacios multifuncionales, una ubicación estratégica y amenities de primer nivel. Este proyecto promete redefinir la forma de trabajar en Palermo, mientras se perfila como una excelente oportunidad de inversión a largo plazo.
«Los propietarios o inquilinos de Azur, no solo se verán beneficiados por sus grandes espacios y amenities, sino también por la valorización de la zona en la que se encuentra el proyecto, la alta demanda de espacios de oficina flexibles y modernos, y la baja disponibilidad que caracteriza al mercado inmobiliario de Palermo. Además, la calidad constructiva del edificio garantiza una experiencia de usuario única y satisfactoria.» agregaron desde PBG Desarrollos.
Fuente: Clarín – En la esquina de Hipólito Yrigoyen y Saavedra el Nación tiene hoy una mole de hormigón de 16 pisos de altura. Iniciará la finalización de la obra, paralizada hace años, para mudar allí 1.800 empleados de Casa Central.
El Banco Nación decidió resucitar un proyecto inmobiliario que tenía archivado desde hace años. Retomará la construcción de lo que será su “edificio tecnológico”. Estará emplazado en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Saavedra, en el barrio de Balvanera.
Lo que hoy se puede ver en ese lote de 3.400 metros cuadrados con frente a ambas calles es una mole de hormigón que tiene tres subsuelos de cocheras y se elevan 16 pisos. Hasta hoy, un verdadero “elefante blanco”, que si el proyecto llega a su fin pasará a llamarse Torre Saavedra.
La idea del directorio del Nación, hoy presidido por Daniel Tillard, es que se pueda inaugurar a fines de 2027, es decir, cuando esté terminando el mandato del presidente Javier Milei.
De elefante blanco a Torre Saavedra
La historia de este edificio viene, literalmente, del siglo pasado. En 1998, el Banco Nación se apropió del terreno en cuestión al ejecutar la garantía ofrecida por la firma J. Vazquez Iglesias SA, una empresa con mucha presencia en el mundo de los concesionarios de autos y camiones.
No se registró actividad en esa esquina de Balvanera hasta que en 2011, año en que el BNA era conducido por Juan Carlos Fábrega, se decidió encarar la construcción de un nuevo edificio denominado “Torre Saavedra”.
Según consta en las actas de directorio de esos años, el objetivo era superar los problemas de espacio que se observaban en la Casa Central de Plaza de Mayo y trasladar al nuevo edificio las estructuras de las empresas que pertenecían en ese momento al denominado Grupo Nación: Nación Seguros; Nación Servicios; Nación Factoring; Nación Fideicomiso; Nación Bursátil; Pellegrini Fondos Comunes de Inversión y la empresa residual Nación AFJP.
Lo primero que se hizo fue licitar y adjudicar los trabajos de “demolición, excavación, estructura de hormigón armado, aislaciones y trabajos complementarios” a la empresa CAVCON. Esto fue en 2012. Siete años después, en 2019 (gestión Javier González Fraga, gobierno de Mauricio Macri) se rescindieron los contratos, “atento al incumplimiento de los plazos establecidos en el pliego”.
En 2020 (gestión Eduardo Hecker) se adjudicó a la constructora Riva la terminación de los trabajos de “Excavación y ejecución de estructura de hormigón armado”, que, afortunadamente, fueron finalizados en enero de 2022.
Pero el plan de trasladar empleados a la futura Torre Saavedra quedó truncado por la pandemia. Según explicaron a Clarín, la modalidad de prestación de trabajo en el mercado laboral se vio afectada, generando un proceso de cambio. Razón por la cual al momento de la culminación de la obra, la problemática de la carencia de espacio en Casa Central ya no representaba un inconveniente.
Ya bajo la conducción de Silvina Batakis (2022), se tomó una decisión drástica: vender el elefante blanco. El precio que se le fijó en ese momento fue 16 millones de dólares. La operación no se pudo concretar y se hizo un segundo intento que también fracasó en marzo de 2023.
Lo siguiente fue lo que hace cualquier mortal: llamar a una inmobiliaria. La única que se ofreció a ponerlo en venta fue Remax. Lo intentó durante seis meses. Pero no tuvo éxito.
Hace 45 días, a fines de julio de este año, el actual directorio del Nación dispuso impulsar nuevamente el proyecto para finalizar la obra.
Lo que viene
La situación hoy es que se buscará construir una torre con la última tecnología disponible como para que pueda ser considerado un “edificio inteligente”. En el mundo del mercado de oficinas, se construirá un edificio de categoría “triple A”, es decir que cumplirá con normas medioambientales y sistemas que se adapten a las exigencias para ser considerado un diseño de edificio inteligente.
Se trata de una obra de 25.000 metros cuadrados que podría demandar una inversión cercana a los 40 millones de dólares, según cálculos preliminares de los equipos técnicos del Nación.
El plan es trasladar a Torre Saavedra a unos 1.800 empleados que hoy están en Plaza de Mayo. También de otros edificios que hoy alquila el Nación en el microcentro, como el que está ubicado en Florida y Bartolomé Mitre. Se mudarán todo lo que tiene que ver con sistemas informáticos y el llamado personal de “back office”, es decir que no atiende al público pero es el apoyo natural de la fuerza de ventas y atención al cliente del banco.
Torre Saavedra, dicen en el Nación, es más que un proyecto inmobiliario. La apuesta a tener una “torre Google” (así se la menciona en la entidad financiera) será la cara visible de la fuerte inversión en tecnología que quiere hacer el banco para emparejar a las entidades privadas.
Las autoridades del Nación admiten que el atraso tecnológico del BNA es severo y eso lo puede ver cualquier cliente que vaya a cualquier de sus sucursales. “Hay muchos más papeles de los que vas a encontrar en cualquier otro banco privado”. No obstante, en el Nación dicen que el principal banco de la Argentina se está moviendo. Y prueba de ello es que este año su porción del mercado creció 3 puntos porcentuales, mediante una agresiva política de colocación de créditos a los clientes privados. “El Estado dejo de ser nuestro principal cliente”, aseguran.
El otro paso importante que va a dar el Nación será visible en los próximos días. Los estados contables se están elaborando con el objetivo concreto de que sean leídos como el de una Sociedad Anónima. Es la próxima transformación legal del BNA, movida que se realizará amparada en la Ley Bases.
Fuente: Perfil – El terreno se considera una de las “últimas joyas” libres en el codiciado barrio universitario cordobés.
El lugar elegido es uno los últimos lotes “deseados” que quedan a metros de la avenida Yrigoyen, el Paseo del Buen Pastor y la iglesia de los Capuchinos, corazón universitario cordobés. Próximamente dejará de ser baldío para convertirse en una torre de 12 mil metros cuadrados.
La división Real Estate de Sancor Seguros desembarca en Córdoba de la mano de la desarrollista Elyon. Será su primer emprendimiento inmobiliario en la ciudad, marcando un hito significativo en la estrategia de expansión de la aseguradora.
Desde hace un tiempo venía explorando oportunidades en la región, y encontró el aliado perfecto para desembarcar con un significativo proyecto. Las dos compañías anuncian la creación de un nuevo proyecto residencial en la ciudad de Córdoba, acompañados por el prestigioso Estudio Aisenson como responsable del diseño arquitectónico.
Aunque el proyecto aún se encuentra en etapa de definición, está previsto construir allí una torre de 12.700 m², que albergará aproximadamente 110 departamentos de 1, 2 y 3 dormitorios, además de 80 cocheras.
El terreno, ubicado en la emblemática arteria de la calle Buenos Aires 835, con una superficie total de 1350 m2 y un frente de 40 metros, es considerado una de las últimas joyas disponibles en lotes del prestigioso barrio Nueva Córdoba.
Situado cerca de lugares icónicos de la ciudad como el Parque Sarmiento, el Museo Emilio Caraffa, la Ciudad Universitaria, y prestigiosas instituciones de salud, será el escenario de un proyecto excepcional.
Además de su relevancia local, este proyecto simboliza un compromiso firme con el desarrollo económico del país.
Sumándose a los esfuerzos nacionales para impulsar la economía a real, la inversión en infraestructura residencial de alta calidad no solo responde a la demanda de vivienda, sino que también genera empleo y dinamiza el sector de la construcción, clave para el crecimiento sostenido de Argentina.
La solidez de Sancor Seguros, la experiencia y confiabilidad de Elyon Desarrollistas y el diseño vanguardista del Estudio Aisenson, es garantía para que este desarrollo se convierta en un hito arquitectónico en la ciudad. El inicio de la construcción está previsto para comienzos del 2025.
Fuente: La Nación Con un 72% de los nuevos proyectos incorporando principios sustentables, estas viviendas optimizan el uso de recursos naturales, ofrecen eficiencia energética y contribuyen al ahorro económico y ambiental.
Entre sus múltiples beneficios la arquitectura sostenible puede convertirse en una gran aliada frente al impacto que la alta suba de tarifas de gas y de luz generaron en todos los hogares de Argentina. Ello es así porque las viviendas construidas de esta manera, reducen la huella de carbono y son eficientes energéticamente, lo que proporciona un ahorro considerable de energía.
La buena noticia es que, según datos de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), el 72% de los proyectos inmobiliarios en el país en estos últimos años están incorporando elementos de construcción sustentable en sus diseños y ejecuciones.
En este contexto, los principios fundamentales de la arquitectura bioclimática es que aprovechan los recursos naturales como el sol, el viento, la vegetación y la temperatura ambiental para crear condiciones de confort que reducen la necesidad de utilizar sistemas mecánicos de calefacción o climatización. En Argentina, por ejemplo, se orientan las ventanas hacia el norte para maximizar la captura del calor solar y minimizar la exposición a tormentas y frío provenientes del sur.
Otro punto clave es cómo está recubierto el edificio —esto incluye la fachada, muros, ventanas, suelo y techo- De acuerdo a su diseño se pueden obtener ganancias o pérdidas de calor beneficiosas para los ocupantes de la casa, así como también contribuye a ello la existencia de ventilación cruzada para generar movimiento de aire en verano.
Nuevas herramientas protectoras
Los nuevos modelos de construcción sustentable combinan resistencia, sustentabilidad y alto rendimiento energético. También alcanzan un aislamiento acústico del 40%, evitando cualquier ruido molesto del exterior.
Algunas de las herramientas que hoy logran generar ahorros eficientes de energía y de consumo son:
Edificios que cuentan con tanques de recolección de agua pluvial para la limpieza de veredas y estacionamientos.
La instalación de paneles solares, teniendo en cuenta que estas fuentes de energía renovables tienen un rendimiento duradero, conservando más del 70% de su potencia después de décadas de uso.
Las ventanas eficientes de aluminio y PVC, que se destacan por el grado de hermeticidad que tienen debido a la aislación térmica y acústica; a su resistencia y mínimo mantenimiento, lo que ayuda a optimizar la energía consumida en la vivienda.
La implementación de geotermia, que utiliza pisos radiantes y enfriantes junto con sistemas que aprovechan la temperatura del suelo mediante tubos de líquido refrigerante, reduce al máximo el consumo de energía eléctrica.
La domótica convierte las casas en espacios inteligentes mediante la automatización. Con sensores IoT y redes simples, se controla la iluminación, persianas y temperatura desde el celular. Los sensores de movimiento optimizan el ahorro energético al ajustar funciones según la presencia en la habitación.
El aislamiento de paredes y techos desde el exterior, junto con el uso de vidrios dobles aislantes, mejora significativamente la eficiencia energética de las viviendas. Estas técnicas reducen las pérdidas de calor y frío, contribuyendo a mantener una temperatura interior estable y a optimizar el consumo energético.
Todos estos recursos disponibles en la arquitectura sostenible no solo ayudan a proteger el medio ambiente, una práctica cada vez más exigida por los constructores, sino que también permiten un ahorro significativo en los servicios. Esto contribuye a la economía de los hogares al reducir los costos de energía y mantenimiento.
(*) El autor es director de QE2 Construcciones y Co-fundador de URBAN DNA Group
Fuente: La Nación – Los edificios recobran vida y se adaptan a las nuevas tendencias.
El centro porteño, cuando se lo observa bien, es una gran colección de edificios que han sabido hacer historia. Claro que, para quienes transitan por sus calles cotidianamente, la costumbre quizás haya hecho que se confundan con el “gris” de la ciudad y pierdan ese brillo o color que los hace piezas arquitectónicas dignas de admirar. Al Mirafiori y al República, a pesar de haber sido construidos y proyectados con más de 30 años de diferencia, hoy los une el haber sido protagonistas de Buenos Aires y estar reconvirtiendo sus oficinas a las tendencias actuales en materia de eficiencia, seguridad y tecnología.
Las torres copan el microcentro
Construido entre 1961 y 1964 para albergar las oficinas de la automotriz Fiat, el edificio Mirafiori se convirtió enseguida en un ícono moderno de la Buenos Aires de aquella época. Pionero por su fachada integral vidriada (hoy más conocida como “curtain wall”, casi una “norma” de la arquitectura corporativa) y sumado a sus 18 pisos, le empezaba a imprimir otro paisaje al centro porteño. Claro que para que la ciudad ganara en altura, primero había sido necesaria la promulgación, en 1957, de la Ordenanza 4110, titulada “Reglamentación para la construcción de ‘Edificios en Torre’, que habilita y fomenta los edificios de perímetro libre con basamento y torre en altura”. Por eso, no es casual que buena parte de las construcciones actuales tengan esa impronta sesentista.
“Me acuerdo que de jóvenes nos subíamos a los autos, en vísperas de las fiestas, y salíamos a ver la 9 de Julio y ese edificio todo de vidrio que a la noche estaba iluminado. Prendían las luces de modo que desde afuera se viera como un arbolito de Navidad”, recuerda Domingo Speranza, CEO de Newmark Argentina, empresa que hoy se encuentra, además, llevando adelante la administración del edificio. “Era la época en que Fiat era la empresa automotriz líder”, agrega.
Ubicado en Cerrito y Viamonte, frente al Teatro Colón, el edificio Mirafiori se había empezado a proyectar 10 años antes de su inauguración, cuando Fiat Concord, la filial local de la automotriz italiana, planeó la construcción de un edificio para sus oficinas. La obra estuvo a cargo de Impresit, constructora también perteneciente al holding.
Pero lejos de haberse quedado en el tiempo, en la actualidad el edificio es el reflejo de un trabajo de aggiornamento a los nuevos tiempos por parte de quienes lo gestionan y comercializan. “Lo que estamos desarrollando como concepto es la administración, el gerenciamiento y la comercialización de inmuebles con propósito”, cuenta Speranza. “Esto significa que, más allá del cumplimiento de las normas obligatorias, velamos por el cuidado en materia ambiental, de gobernanza, de seguridad y hasta de inclusión”, añade. En concreto, se trabaja sobre el tema de los residuos, de la eficiencia energética, del acceso y de todo lo que hace al bienestar de quienes trabajan en el edificio.
República: César Pelli interviene Buenos Aires
Más de 30 años después de haberse inaugurado el edificio Mirafiori, el prestigioso arquitecto tucumano César Pelli se hizo cargo de su primer edificio de oficinas en Buenos Aires. El encargo fue del Banco República, aunque quizás sea más recordado el paso por él de la empresa Telefónica de Argentina.
“Cuando se inaugura el República, lo que reflejaba era el poder de la nueva economía. El Banco República se lo había alquilado a Telefónica, que hacía circular su logo por la fachada. De hecho, había una publicidad en la que Adrián Suar volvía de Ezeiza y se ponía contento cuando veía el logo de Telefónica en el República”, rememora Speranza. “Fue el primer edificio 100% clase A internacional que tuvo Buenos Aires”, resume.
De la misma manera que se hizo en el Mirafiori, hoy se están haciendo trabajos importantes en el edificio, como la restauración de la fachada para volverla a su estado original y la actualización tecnológica en aires acondicionados y ascensores, además de las adaptaciones en materia ambiental para obtener la certificación LEED. También se está poniendo en valor la plazoleta propia con la que cuenta, a la que se le está incorporando vegetación autóctona con menor requerimiento de riego y un sistema de reutilización del agua de lluvia. Por último, en el primer piso se inaugurará pronto un espacio administrado por la marca de flex-office Spaces.
El Mirafiori y el República, dos íconos arquitectónicos del centro porteño, quizás ya no sean visitados por sus luces ni aparezcan en publicidades, pero siguen dando cuenta de la riqueza arquitectónica de Buenos Aires y de cómo van cambiando los espacios de trabajo.
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