Fuente: Perfil – Ricardo Inti Alpert, futuro secretario de Vivienda, se refirió al plan que tiene en mente Javier Milei sin «gasto público» para «resolver en seis años el problema de la vivienda».
El futuro secretario de Vivienda, Ricardo Inti Alpert, confirmó esta mañana en una entrevista radial que no habrá más viviendas construidas con financiamiento del Estado, y destacó que bajar la inflación ayudará a “canalizar” el ahorro para impulsar crédito para “tres millones de obras públicas sin gasto público”.
“Si las viviendas que se construyen por obra pública se la cedemos a una familia que la quiera comprar, no se va a parar la obra, va a pasar a ser una obra particular que será dominio de una familia por lo que nadie se queda sin trabajo”, manifestó Inti Alpert, especialista en hábitat y desarrollo urbano, y que estará a cargo del área de Vivienda bajo la administración del presidente electo, Javier Milei, esta mañana en diálogo con Urbana Play y Radio con Vos.
Tal como ya había adelantado el presidente electo Javier Milei, Alpert explicó que el eje de la política de vivienda estará en “bajar la inflación, subiendo el nivel de actividad”, construyendo, de forma privada, “un millón de viviendas en cierto tipo de lugares, otro millón en otro tipo de lugares y la dotación de servicios, infraestructura y papeles, a un millón de familias en barrios populares”.
Este financiamiento se prestará para obras particulares y será ofrecido por los bancos luego de “desarmar la bomba de las Leliq” y «otorgar condiciones de seguridad jurídica».
“Hoy en día tenemos un problema de inflación y estancamiento. Tenemos millones de personas pagando alquileres de 200 lucas. Si esa gente tiene la forma de poner un anticipo, de US$ 8.000, US$ 10.000, US$ 12.000 y tiene un crédito de US$ 40.000, se arma una vivienda de primera calidad”, señaló, y aseguró que el ahorro ya está, por ejemplo, en la ANSES o en compañías de seguros, pero que “no hay ningún mecanismo intensivo para canalizarlo”.
“Nuestro primer año empieza por decirle a todo médico, docente, colectivero, bombero, policía, personal de la salud, programadores, los que laburan en Rappi, quién sea, que tienen ganas en comprarse un departamento, en construirse, en ampliar y que no tienen un crédito; que se anoten y hagámoslo”, destacó Inti Alpert.
Obra particular en lugar de obra pública
Tal como explicó el flamante secretario en el diálogo radial, la intención no estará en “crear créditos para sostener una burbuja de precios en Caballito y que un dos ambiente valga US$ 100.000” sino en, por ejemplo, permitir “hacer un departamento de 60 metros arriba de la casa de tu tío en Morón”.
La urbanización de barrios -indicó- estará a cargo de “sociedades de fomento” y “cooperativas de servicios públicos” al igual que los “vecinos”, lo cual implicará “el final de la obra pública” pero “el inicio de la obra particular”.
“Lo que nosotros decimos es el final de la obra pública pero no el final de la sociedad de fomento, el fideicomiso a costo, de la constructora, del conjunto de vecinos. En su momento, en cada barrio había una sociedad de fomento que ponía agua potable y cloaca”, aseveró el futuro secretario.
En cuanto a la obra pública en general, expresó: “lo que decimos es que en lugar que lo haga el Estado, que se convoque a todos los interesados para, por ejemplo, convertir la ruta 7 en autopista. Habrá un montón de interesados y beneficiarios y esto no quiere decir que un millonario ponga un peaje”, aseguró
“Creemos en la capacidad de organización de la persona humana a través de entidades sin fines de lucro, empresas, cooperativas y asociaciones civiles, o a través de estados locales pero que hagan cosas sostenibles”, añadió.
Fuente: La Nación – La identidad residencial, el verde y la ubicación privilegiada son las características más valoradas de esta parte de Belgrano que está cerca de todo
La reconversión de los barrios porteños encuentra diferentes motivos. La configuración de nuevos polos gastronómicos y culturales suelen acompañar transiciones en las estructuras de los diferentes barrios de la Ciudad. También el desembarco de proyectos de gran envergadura o nuevas infraestructuras.
El caso del Bajo Belgrano es diferente. “Bajo Belgrano, amor ascendente” cantaba Luis Alberto Spinetta en un tema dedicado al barrio de su juventud, que mantuvo por muchos años una identidad particular recogida en las canciones de otros artistas que también vivieron en sus arboladas cuadras.
Bautizada como “Belgrano Chico” por los propios desarrolladores inmobiliarios, la zona limita con los barrios de Belgrano y Núñez y se extiende desde las vías del tren mitre hasta el Río de la Plata e incluye corredores como las avenidas Figueroa Alcorta, La Pampa y Del Libertador. Además, es vecino al megaproyecto del Parque de la Innovación que se construye en los terrenos que pertenecían al ex Tiro Federal.
“Es uno de los mejores lugares de Buenos Aires por accesos, proximidad a espacios verdes, proximidad al río, su oferta gastronómica. Además, de su cercanía al Barrio Chino, al nuevo espacio comercial Vía Viva que se desarrolla en el bajo viaducto, la oferta de colegios y universidades en un radio geográfico chico” apunta Alejandro Schuff, director de Soldati Propiedades. “Da la sensación de vivir más del lado de provincia norte, pero en Capital”, agrega.
Por otra parte, el Bajo Belgrano experimenta cambios en su conformación de barrio residencial hacia una mixtura con edificios de pocos pisos, algunas torres y hasta un condominio en el corazón de la zona. Hoy conviven distintos usos pero muy probablemente a futuro la zona experimentará una gran densificación con departamentos de alta gama.
“El Bajo Belgrano se convirtió en un barrio de gran demanda en los últimos años. Su cercanía a grandes parques, plazas, su accesibilidad y la oferta gastronómica y de colegios y universidades lo vuelve un sitio muy atractivo tanto para el consumidor final que se imagina viviendo y disfrutando el barrio como del inversor que busca refugiar sus ahorros en proyectos y zonas que tengan factibilidad de mercado convalidada”, señala Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades, que comercializa el proyecto Quartier Bajo Belgrano sobre Monroe.
No busca replicar el espíritu palermitano
“El lugar está muy bien conectado y se podría decir que es lo más al norte de Belgrano”, señala a LA NACION Germán Gómez Picasso, titular de Reporte Inmobiliario, quien compara el fenómeno con el que se dio en Palermo Hollywood hace 15 años atrás.
Los brokers aclaran que el Bajo Belgrano no quiere ser Palermo. Es “la zona norte” de la ciudad de Buenos Aires y casi un oasis en medio de la Ciudad, entre boulevares, plazoletas, y casas de diferentes estilos.
Por eso no se habla de polo gastronómico o cultural, aunque en sus alrededores empieza a aparecer oferta de diferentes rubros en pequeños núcleos concentrados en las esquinas o en alguna cuadra en particular, como en la calle Sucre, entre Figueroa Alcorta y Castañeda, con lugares que ya son íconos gastronómicos como Narda Comedor, el restaurante Sucre o la cervecería Patagonia, entre otros.
En los últimos años, empezaron a crecer la cantidad de cafecitos de especialidad, como El Cuervo Café, que se mezclan con los clásicos porteños, como New Jonathan a pocas cuadras de la cancha de River. Y marcas muy instaladas en la gastronomía, como Tea Conection o la hamburguesería Big Pons o la heladería Lucciano’s.
En cuanto a la oferta de departamentos en venta, hoy en Bajo Belgrano hay cerca de 400 departamentos en venta, indica un relevamiento de Reporte Inmobiliario. De estas unidades, casi la mitad son a estrenar o están en construcción. En promedio, el valor del metro cuadrado para un departamento de tres ambientes usado es hoy de US$3827.
En cuanto a los departamentos a estrenar, el valor trepa en promedio a los US$4239/m². “Es un barrio de tickets altos, el promedio para usados de tres ambientes ofertados es de US$382.500 y a estrenar de US$450.00.
Los proyectos del Bajo Belgrano
Uno de los proyectos más grandes en cuanto a extensión ocupa una manzana entera. Se trata de un condominio bajo la marca Quartier, de la desarrolladora Argencons, que prácticamente ocupa la manzana entera delimitada por la avenida Monroe y las calles Miñones, Blanco Encalada y Migueletes.
El inmueble fue sede de Laboratorios de la Química Scheringer durante casi un siglo. Tras la fusión con Bayer, el inmueble fue desafectado hace unos 15 años y quedó vacío. Lo compraron para hacer oficinas, que nunca se concretaron. Finalmente se levantará un condominio urbano.
“Con Quartier Bajo Belgrano vamos a revivir una manzana entera que cayó en el abandono hace más de una década. Es un condominio de pocos pisos con un retiro de más de ocho metro en las unidades de planta baja que genera una visual para el vecino de jardines a la calle, en reemplazo de una estructura vieja inhabitada. No invade el barrio sino que lo mejora”, afirma a LA NACION Carlos Spina, director y socio de Argencons, que explica que las unidades de planta baja cuentan con un estilo similar al de pequeñas casitas con jardín de frente.
Se trata de un fideicomiso al costo pero la desarrolladora ofrece un incentivo de inversión para acceder a una unidad a precio fijo con pago al contado, sin atarse al aumento de la CAC. Con el 75% de las unidades vendidas y con entrega estimada a fines de 2025, el valor promedio del metro cuadrado está en los US$2700. “Se trata de una zona con un potencial enorme no en cuanto al cero, sino más bien un zona residencial unifamiliar a residencial multifamiliar que no agrede al barrio sino que le agrega valor”, insiste Spina.
Su proyecto tendrá cinco pisos con unidades de hasta tres dormitorios, desde 60 m² hasta 240 m². Los tickets de los departamentos arrancan en US$200.000. Diseñado por el Estudio Bulla, una de las piezas que distingue el proyecto es el pulmón de manzana, con un patio central que se desarrolla en dos niveles con una pasarela rodeada por un bosque de jacarandás.
Otro de los emprendimientos de la zona es el que construirá la desarrolladora Portland. En este caso con un edificio más estilo boutique en la esquina de Mendoza y Migueletes, a pocas cuadras de Quartier, y justo en el límite donde cambia la zonificación y se limita la construcción en altura. Esto genera una de las ventajas del proyecto, que encuentra así vistas abiertas a sus alrededores.
El desarrollo incluye siete pisos y un local en planta baja de 250 metros cuadrados para destinar a gastronomía. Las unidades de dos, tres y cuatro ambientes de entre 31m² y 80m² cuentan con un proyecto de renta tipo Airbnb, aunque apunta al consumidor final. “Es para un perfil de público urbano; gente joven que busca ganar metros cuadrados, hacer el salto de un dos a un tres ambientes, en una zona que se fue consolidando los últimos años, con un mix de servicios muy interesantes, con espacios verdes, de esparcimiento, centros de estudio y gastronomía. Hay derrame de lo tradicional de Belgrano hacia el bajo y eso hace que ahora se esté consolidando el valor del metro cuadrado”, dice Nicolás Corvalán, Gerente de Desarrollo de Grupo Portland.
Con una inversión aproximada de US$7 millones, el valor del metro cuadrado ronda los US$2500 y las unidades saldrán a la venta en un fideicomiso a precio fijo, con un anticipo y saldo ajustable a la CAC. Los tickets parten de los US$75.000 para los monoambientes.
Otro de los emprendimientos que promete en la zona es el complejo H de la desarrolladora Saltum. Se trata de un edificio apaisado que tendrá 50 residencias premium, ubicado sobre la calle Echeverría al 800. Ocupa un lote de 3260 m² y con un frente de casi 60 metros.
Un dato clave, tendrá solo cinco pisos y fue concebido para integrarse con armonía al entorno de Bajo Belgrano. La inversión será de US$23 millones y la entrega en 2025. El valor del metro cuadrado en preventa parte de US$3800/m² y tiene residencias de tres y cuatro ambientes, algunos con balcones, otros con jardines privados y también unidades con terrazas privadas.
“Decidimos desarrollar en esa zona integrándonos completamente a la trama del barrio, que tiene características únicas hoy en la ciudad: ofrece exclusividad, calidad de vida y tranquilidad integradas a una gran oferta de esparcimiento y verde, y una excelente conectividad con los corredores viales al norte y al centro por las autopistas, por Figueroa Alcorta y por Libertador”, explica Ariel Acri, presidente de Saltum.
Otra desarrolladora que apostó por la zona es BrodyFriedman, bajo la marca Velvet. Construyó el edificio Velvet Sucre, en Sucre al 750, que ya fue entregado y en el que se invirtió una cifra cercana a los US$35 millones. Ahora avanza con Velvet Colección de US$20 millones de inversión en Sucre al 800, cuya entrega se estima para 2025. “Apostamos por la zona cuando aún no estaba desarrollada. Muchos destacan el poder disfrutar de la calma y el paisaje urbano que ofrece este entorno tan particular y especial de la Ciudad de Buenos Aires en pleno corredor verde”, indica Nicolás Leiterfuter, gerente de marketing de BrodyFriedman.
También un grupo que invierte fuerte en la zona es CEK con proyectos de la marca Black. Entre octubre y noviembre del año pasado llevaron a cabo los pre lanzamientos de los tres edificios. El primero, Black Sucre de US$25 millones de inversión en la esquina de Sucre y Castañeda. La ubicación tiene muchos puntos positivos: en diagonal a una plaza, frente al pequeño polo gastronómico que incluye sellos como Cucina Paradiso o Narda Comedor y a una cuadra de los lagos de Palermo. Diseñado por Estudio Aisenson, contará con las características de una casa. Las unidades van desde los 120 hasta los 350 metros cuadrados con valores de venta que parten de los US$3300/m² y el promedio ronda los US$4500/m².
Le sigue Black Echeverria, un triple frente entre Artilleros y Miñones, se trata de dos edificios de casas en altura divididos por un pulmón verde que demandarán una inversión de US$15 millones. Con un total de 40 unidades de dos, tres y cuatro ambientes con terrazas propias, y cuatro penthouses dúplex y superficies que van desde los 85 hasta los 350 metros cuadrados con valores que parten de los US$2800/m² y un promedio de US$3500/m².
Por último, el edificio Black Libertador de US$12 millones sobre la avenida al 8100. El proyecto tendrá de unidades de dos, tres y cuatro ambientes, todas con vista al rio, en un formato de torre de 15 pisos. Las unidades parten de los US$2600/m² y los tickets varían entre los US$200.000 y los US$400.000. En los tres casos, la entrega está proyectada en diferentes meses del 2025.
La oferta se multiplica aún más. También aparece iLLA Bajo Belgrano, en Monroe y Libertador, un emprendimiento de la empresa QH. La marca la pensaron junto al estudio de diseño multidisciplinario Remolino, que tiene sedes en Nueva York, Zürich, Madrid y Asunción.
De origen quechua iLLA significa “aquello que tiene luz propia”. Se trata de un emprendimiento de nueve pisos, con cuatro unidades por piso, de dos, tres y cuatro ambientes, además de dos penthouse en el último piso. “Buscamos un concepto de edificio más residencial con pocas unidades y no quisimos ponerle gran cantidad de amenities sino darle dos principales fuertes, un SUM y pileta”, cuenta Enrique Kilmurry, director comercial y socio de QH.
Respecto a los valores, las unidades de tres ambientes con una superficie de 100 m² parten desde los US$233.000 y las de cuatro ambientes, de 140 m², desde los US$440.000.
“La zona nos encanta por el estilo residencial que tiene con vistas muy abiertas y por todo lo que se esta generando en el lugar, desde lo público y lo privado. Sentimos que todo el eje de la Ciudad se corre hacia el norte, buscando buenos accesos y ambientes mas abiertos”, añade Kilmurry.
Entre las calles Migueletes, Monroe, Ramsay, Blanco Encalada, Cazadores, Mendoza, Dragones, Juramento, Húsares, Echeverría, Castañeda y Sucre el cambio en el código urbanístico que se efectuó en 2018 no imponía tantas limitaciones constructivas, hecho que propició un boom inmobiliario en la zona donde el metro cuadrado promedia entre los US$2880 y los US$4100.
Sin embargo, las modificaciones en la norma ahora priorizan la naturaleza residencial de la zona y se limitó en qué terrenos pueden construirse edificios de departamentos. Es por eso que se permitirá desarrollar proyectos unifamiliares en todas las parcelas pero no se podrán construir torres.
Solamente las parcelas superiores que miden más de 1500 metros cuadrados y tienen un mínimo de 23 metros de frente serán las únicas aptas para hacer edificios que no podrán pasar los 17,5 metros de altura. Estas condiciones fueron modificadas del proyecto presentado inicialmente, ya que los vecinos de la zona se manifestaron en contra de que se pudiera construir en las denominadas parcelas mayores, que tienen entre 450 y 1500 metros con un frente mínimo de 14 metros, por lo que estas fueron descartadas para la edificación de viviendas multifamiliares.
Aún así, se mantiene la condición de poder edificar la mitad del terreno, para preservar zonas verdes y el pulmón de manzana. El resto de los lotes solamente podrán usarse para viviendas individuales, hecho que podría perjudicar a los dueños de terrenos menores a 1500 metros en venta ya que solo podrán vendérselo a quien busca hacer una vivienda unifamiliar.
Si bien el proyecto presentado en mayo suscitó quejas de los vecinos que derivaron en una serie de reuniones con la Legislatura porteña, la norma no será retroactiva. Es decir que los proyectos que se registraron antes de la norma podrán continuar con los planos originales.
Fuente: La Nación ~ Aunque la mayoría de los compradores son usuarios finales, aún existe un pequeño porcentaje de inversores que adquieren inmuebles como negocio y no para vivir.
Hay un actor que pareciera estar retirándose lentamente del mercado inmobiliario en medio de la crisis que atraviesa. Se trata del inversor, que según un informe privado representó poco más del 10% de las ventas de inmuebles durante el primer cuatrimestre del año, una cifra baja si se la compara con períodos anteriores y que, además, se encuentra en caída.
El dato se desprende del Relevamiento de Operaciones Inmobiliarias (ROI), realizado en conjunto por Fabián Achával Propiedades, Maure Inmobiliaria, Bresson, Soldati, Interwin, Covello, Izrastzoff, Braulio, Altgelt y Evoluer. De acuerdo al informe, difundido esta semana, el porcentaje de inversores como segmento comprador durante el primer trimestre del 2022 fue de 11%, mientras que en los primeros meses de 2019 representaron un 17% de las ventas. Ningún período posterior volvió a mostrar ese porcentaje.
Las unidades más buscadas por los compradores en general, según el informe, son las de tres ambientes, quienes compraron para invertir lo hicieron en una mayor proporción en departamentos de dos ambientes y que no requieren reciclado. Según explica Soledad Balayan, titular de Maure Inmobiliaria y quien participó en la confección del ROI, los inmuebles de uno y dos ambientes “siempre fueron los productos preferidos de los inversores”.
“No creo que haya habido cambios significativos en las zonas de preferencias, pero sí quizás lo que pesa es el estado en que se encuentra el inmueble”, opina. “Hoy se prioriza aquel al que hay que ponerle menos dinero encima. No solo por el dinero sino también por el tiempo que hay que dedicarle a las reformas, que también es dinero al fin y al cabo”, completa.
Para la broker, el retroceso del segmento inversor en el mercado tiene que ver principalmente con la caída de la rentabilidad, algo a lo que suma “el alto nivel de incertidumbre macroeconómica, la presión impositiva y los demás efectos que trajo la ley de alquileres”. “Son grandes desincentivos a invertir en departamentos usados para renta. Desde el sector de la construcción también se escucha esta transformación en la composición de la demanda y de hecho existen hoy más desarrollos apuntando al comprador que hará uso del inmueble en lugar del inversor que lo destinará para el alquiler”, analiza.
Qué zonas dejan mejor rentabilidad
De acuerdo con los datos de ZonaProp, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), hoy la relación alquiler/precio sube y se ubica en 3,74% anual. De esta forma, se necesitan 26.7 años de alquiler para recuperar la inversión, un 23% por debajo de lo requerido un año atrás. El porcentaje es superior al que se obtiene en la zona norte (3,51% anual) y oeste-sur del (3,22%) Gran Buenos Aires (GBA).
Por fuera del promedio, al hacer un análisis por barrio se observa que los porcentajes más altos de rentabilidad se obtienen en Fátima (6,6%), Garín, Pilar y La Lonja (5,7%), en la zona norte del GBA. También Ingeniero Maschwitz (5,4%), José C. Paz Oeste (5,1%), Rincón de Milberg (4,9%), Belén de Escobar (4,7%) y Nordelta (4,7%) son localidades atractivas para inversores.
Canning y Ezeiza, en la zona sur de GBA, arrojan buenos porcentajes de rentabilidad: 5,4% y 5,2% respectivamente. La Tablada, en el partido de La Matanza y Sáenz Peña, ubicado en Tres de Febrero, son las mejores zonas para inversores en el oeste: la relación alquiler/precio se ubica en 4,4% y 4,3% anual respectivamente.
En Capital Federal, los barrios más rentables son Parque Patricios y la Boca, donde un propietario puede obtener 4,5% anual. Balvanera y San Cristóbal (4,3%) también son buenas opciones para inversores. Le siguen Villa General Mitre y Floresta, con 4,2% y Mataderos, Santa Rita, Villa del Parque y Villa Crespo, con 4,1%.
Fuente: Cronista ~ Protagonizaron casi un tercio de las ventas del primer trimestre, según el ROI. Cuáles son las locaciones en CABA y GBA con mayor oferta.
Precios en caída, exceso de stock en oferta y operaciones que se firman a cuenta gotas. El escenario del mercado inmobiliario no fue el mejor en 2021 y el inicio de año fue una continuación de esta tendencia. Sin embargo, dentro de una demanda tímida existió un tipo de propiedad que protagonizó las consultas y rúbricas de los primeros meses del año.
Según el Relevamiento de Operaciones Inmobiliarias (ROI), los departamentos de tres ambientes fueron los más vendidos en el período enero-marzo 2022 con un 31% de participación. Le siguieron las unidades de dos ambientes (30%), cuatro ambientes (19%) y monoambientes (14%).
Los departamentos son la principal opción de oferta en el territorio porteño. El último monitoreo realizado por Invertiré Real Estate arroja que, en total, existen 164.274 inmuebles en venta en CABA de los cuales un 74% pertenecen a este tipo de vivienda. En segundo lugar aparecen los terrenos y las casas con un 4% cada uno.
Barrios y precios
Dentro de la zona norte del Gran Buenos Aires, Tigre es la principal locación con oferta de departamentos de tres ambientes con más de un 25% del total. El ranking lo completan Vicente López (23.9%), San Isidro (15,8%), Pilar (12,9%) y General San Martín (8,3%).
Por su parte, según el informe de Invertiré, estos son los barrios con la mayor cantidad de departamentos de tres ambientes en la Ciudad de Buenos Aires.https://4a939799207833df07e24c280fe16bcd.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
Palermo – 5032 unidades
Belgrano – 3212 unidades
Caballito – 2941 unidades
Recoleta – 2797 unidades
Villa Urquiza – 1656 unidades
Pero, si se busca por precio, el más barato de esta lista es Caballito con un valor promedio de u$s 2295 el metro cuadrado, de acuerdo a un relevamiento de Zonaprop. El segundo más económico es Villa Urquiza con un precio de u$s 2493 el metro cuadrado. El top 5 cierra con Recoleta (u$s 2640), Belgrano (u$s 2849) y Palermo (u$s 2984).
Qué es el ROI
Se trata de una iniciativa lanzada en diciembre de 2021 por diez de las inmobiliarias más importantes. Del proyecto forman parte Fabián Achával Propiedades, Maure Inmobiliaria, Bresson, Soldati, Interwin, Covello, Izrastzoff, Braulio, Altgelt y Evoluer.
El ROI es un registro de transacciones cerradas en la Ciudad de Buenos Aires y su principal objetivo es saber cuál es el precio real de una propiedad. «Es una iniciativa que llega para resolver una de las históricas falencias de la industria que es la falta de precios de cierre de las operaciones inmobiliarias. Surgió de la necesidad de generar estadísticas confiables en un contexto de ausencia total de precios de referencia en el sector», explicaron sus impulsores a El Cronista.
A futuro, la idea es incorporar a más jugadores del sector. «Cuantas más inmobiliarias participen del ROI más datos tendremos. Y en un siguiente paso la idea es crear un sello para las firmas que participan que acredite que trabajamos con valores reales de mercado», contó Fabián Achával, de la inmobiliaria homónima.
Fuente: La Nación ~ El valor del metro cuadrado lleva 26 meses consecutivos en caída y, solo en este año, ya bajó 1,6%.
Continúa sin cambios la crisis del sector inmobiliario y los precios de las propiedades siguen en descenso. En algunas zonas del Gran Buenos Aires (GBA), comprarse un departamento ya cuesta lo mismo que hace seis años. La caída del valor del metro cuadrado abre una ventana de oportunidades impensadas tiempo atrás.
De acuerdo con el informe mensual de ZonaProp, en la zona oeste y sur, el precio medio de departamentos en venta lleva 26 meses consecutivos en caída y en abril volvió a descender, esta vez 0,3%. Así, el valor del metro cuadrado en esa área del Gran Buenos Aires acumula una baja de 1,6% en lo que va de 2022.
En este escenario, el monto que un comprador tiene que desembolsar para adquirir una unidad se ubica en un nivel de precio similar al de junio de 2016, cuando un metro cuadrado se pagaba en promedio US$1746. Actualmente, la cifra gira en torno a los US$1746/m². El costo de un departamento de dos ambientes y 50 m² es de US$87.226,mientras que uno de tres ambientes y 70 m² alcanza los US$126.670.
El informe destaca que, de GBA oeste y sur, Lomas de Zamora es el municipio con el precio medio más alto, con un valor de US$2052/m², mientras que Hurlingham es el municipio con menor precio medio (US$1129/m²). Por otro lado, Ezeiza es la zona con mayor amplitud de precio: se consiguen unidades por US$956/m² y los valores ascienden hasta US$2690/m².
Los precios barrio por barrio
El porcentaje de barrios que registran una caída del valor del metro cuadrado en un año asciende al 85%. El descenso más grande se dio en Ingeniero Budge, donde los precios cayeron 27,3%. Le siguen Libertad y González Catán, donde la baja fue de 24,8% y 24,1% respectivamente. Por otro lado, los aumentos más grandes se registraron en Canning (29,6%), Sourigues (29,5%) y Ranelagh (23,7%).
Actualmente, los barrios más caros para comprar un departamento son Tristán Suárez (US$2690/m²), Villa La Florida (US$2318/m²), Adrogué (US$2202/m²), Guillermo Hudson (US$2146/m²) y Lomas de Zamora (US$2124/m²). El ranking de precios de las zonas más caras se completa de la siguiente forma:
Ranelagh (US$2090/m²)
Juan María Gutiérrez (US$2060/m²)
Banfield (US$2032/m²)
Castelar (US$2028/m²)
Ramos Mejía (US$2012/m²)
En la zona media de precios se ubican Lanús (US$1970/m²), Don Bosco (US$1918/m²), Quilmes (US$1869/m²), Haedo (US$1865/m²), Canning (US$1787/m²), Bernal (US$1690/m²), Monte Grande (US$1670/m²), Ezeiza (US$1644/m²), Turdera (US$1547/m²) y Ciudadela (US$1414/m²).
Por último, según el index de ZonaProp, en la zona oeste y sur del GBA, los departamentos más baratos se consiguen en los siguientes municipios: Don Orione (US$583/m²), Parque San Martín (US$666/m²) y Francisco Álvarez (US$703/m².
Fuente: Cronista ~ La cantidad de casas sin gente es equivalente al déficit habitacional de todo el distrito, un índice que alcanza al 11,6 por ciento de los hogares.
De acuerdo a un estudio oficial, una de cada 10 viviendas de la Ciudad de Buenos Aires permanece vacía, siendo que la mayoría de ellas está en barrios como Puerto Madero, Palermo y Recoleta.
El informe indica que la cantidad de casas sin gente es equivalente al déficit habitacional de todo el distrito, un índice que alcanza al 11,6 por ciento de los hogares. En tanto que unas 300.000 personas residen en villas y asentamientos, otras 7.500 están en situación de calle y un 35 por ciento de las familias pagan alquiler -al que destinan una porción importante de sus ingresos- para vivir en la Ciudad de Buenos Aires.
La investigación fue elaborada por la Mesa de estudio de viviendas vacías, integrada por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad y organizaciones como la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Centro de Estudios Económicos y Urbanos, La Boca Resiste y Propone, así como por representantes de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio Público de la Defensa local.
Para definir la cantidad de casas vacías se modificó la metodología de estudio, que tenía como antecedente el Censo del 2010 que informó sobre un 24 por ciento de viviendas sin habitantes en base a la cantidad de hogares visitados en los cuales los encuestadores no obtuvieron respuesta o no fueron atendidos, según explicaron a Télam sus autores.
En esta oportunidad, se tomó la información provista por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad sobre usuarios residenciales cubiertos por las empresas de energía Edenor y Edesur para el distrito de la Ciudad sobre los niveles de consumo en el período de febrero de 2017 a febrero de 2018.
Así, consideraron como casas vacías a «aquellos inmuebles de tipo residencial que registren un consumo eléctrico anual inferior al mínimo indispensable considerado para su uso permanente» y para ello se adoptó como indicador a la utilización recurrente de una heladera (45,36 kwh/mes) como el consumo que define el uso activo de una vivienda.
«Este corte determinó una tasa de vacancia del 9,2 por ciento de los usuarios residenciales, unas 138.328 viviendas vacías», precisa el reporte, que indica además que «la distribución espacial muestra una concentración en el corredor norte en términos absolutos» con foco en la Comuna 1, que abarca a Puerto Madero y Retiro, donde el promedio trepa al 13,3 por ciento; la Comuna 2, de Recoleta, con 10 por ciento; y la Comuna 14, de Palermo.
Por su parte, las comunas con menos cantidad de viviendas vacantes son la 8 -que comprende los barrios de los barrios de Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano– y la 4 integrada por La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya.
«Si bien estos números deben ser tomados de manera provisoria, permite dimensionar la problemática de la vivienda ociosa en la Ciudad. Junto a esta, y teniendo en cuenta el déficit habitacional existente, se vuelve necesario pensar en políticas para incorporar estas viviendas al stock de viviendas disponible«, concluyó el estudio a modo de recomendación.
Fuente: Argentina ~ Se trata de una actividad organizada por la Sociedad Central de Arquitectos.
El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, participó esta tarde de la mesa apertura del Foro II de Vivienda y Hábitat Social, un encuentro organizado por la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), que busca convocar a distintos actores de los sector estatal, privado, académico y de las organizaciones de la sociedad civil para reflexionar en torno a la problemática de la vivienda y el hábitat para sectores populares, sus desafíos y posibles soluciones.
“Las políticas de hábitat social fracasaron en la Argentina ya desde la concepción del término ´vivienda social´, que estigmatiza la pobreza”, evaluó Ferraresi. “Por eso desde el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat decidimos erradicar esa idea, y que la vivienda pase a ser una cuestión de clase social ascendente”, afirmó, y seguidamente explicó: “todas las viviendas que se construyen destinadas a sectores vulnerables tienen condiciones de diseño y habitabilidad mínimas que serían las mismas que se tendrían en cuenta a la hora de construir una destinada a las clases medias, y que implican la posibilidad de futuras ampliaciones”.
“También terminamos con otra idea que había llevado al fracaso y es la de que ´nadie paga´, porque el Estado necesita recuperar parte de lo invertido para poder seguir invirtiendo en más obras, y generamos un Fondo de Recupero Solidario, donde quienes reciben una vivienda pagan el 25% del ingreso familiar que se destina a seguir construyendo más viviendas. De esa forma terminamos con dos paradigmas que llevaron al fracaso de las políticas habitacionales anteriores”, señaló.
“Generar ´barrios sociales´ no es inclusión, es estigmatizar la pobreza. Los proyectos de vivienda en Argentina tienen que ir acompañados de escuelas, jardines, centros de jubilados, lugares de esparcimiento y deporte. Es mucho más que hacer viviendas encajonadas”, concluyó el ministro, e invitó a las diferentes entidades profesionales y sectores de la sociedad civil a participar activamente: “Tenemos un gran desafío como gobierno y creemos en el concepto de comunidad organizada a partir de la interrelación entre actores. Y ustedes tienen mucho para aportar. Ojalá podamos encontrar un camino definitivo donde dentro de 20 años miremos para atrás y veamos que no volvimos a cometer errores sino que fuimos consolidando un proceso para ir resolviendo un tema estructural que tiene la Argentina”.
Cabe destacar que además de Ferraresi, expusieron durante la mesa apertura de este Foro el presidente de la SCA, Darío López y el presidente de la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA), Martín Capobianco, quienes dieron su punto de vista sobre los desafíos políticos en materia de hábitat y vivienda y el rol que los arquitectos como profesionales deben cumplir para aportar claves que puedan ayudar a solucionarlo; y la investigadora de la UBA/Conicet, María Mercedes di Virgilio, quien realizó un diagnóstico general de la problemática habitacional en la Argentina y analizó los alcances y limitaciones de diversas experiencias y políticas llevadas adelante desde el ámbito estatal en las últimas décadas.
El Foro continuará este miércoles 27 de octubre con diversas mesas-debate para intercambiar opiniones y experiencias sobre las temáticas de viviendas gestionadas por cooperativas y mediante autoconstrucción, la política habitacional en la Argentina, la urbanización de villas, asentamientos y barrios populares y la gestión del suelo urbano. En ese sentido, el secretario de Desarrollo Territorial Luciano Scatolini, expondrá sobre este último tema durante una conferencia que podrá ser seguida en vivo a través del siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=9_9FyhU5svc
Fuente: La Nación ~ El mercado inmobiliario se encuentra frenado y no logra despegar. las propiedades en oferta de venta aumentan cada mes y, en medio de la segunda ola de coronavirus, con la caída de los salarios y la falta de acceso a créditos hipotecarios, son muy pocas las operaciones que se concretan.
los valores de venta publicados, mientras tanto, continúan en caída desde abril de 2019. Según el index que todos los meses releva Zonaprop, el precio medio de publicación en la ciudad de Buenos aires se ubicó en US$2413 por m² en agosto, un 0,9% menos respecto al mes pasado. los precios de venta acumulan una baja de 5,1% en 2021 y 13,8% desde el máximo de 2019. las unidades de pozo son las que muestran más resistencia a la baja de precio en 2021.
En este contexto, los brokers detallan seis razones por las que quien se decide a vender una propiedad debe bajarelpreciodepublicaciónparaestar dentro del radar de la demanda.
1 El 34% de los departamentos se retasó
El último relevamiento de Zonaprop indicó que el 34% del total de los departamentos en venta fueron retaa sados a la baja en los últimos seis meses. Es el mayor porcentaje de los últimos cinco años. Para tomar dimensión, en 2017, el porcentaje de retasados se ubicó en 18% y, a partir de fines de 2018 empezó a ir en aumento hasta hoy. El descuento promedio efectuado en el semestre anterior fue de 8%: registró un salto en mayo de 2020 y pasó de 7% a 8,7% en promedio en tres meses.
2 Hay récord de avisos de venta
la cifra de avisos de propiedades en venta bate un nuevo récord cada mes. actualmente, hay 152.000 propiedades en oferta en la ciudad autónoma de Buenos aires (caBa), un 32% más que el último año. Según se desprende del Monitor inmobiliario que realiza Daniel Bryn en base a los datos de Zonaprop, la cantidad de inmuebles en venta no baja desde marzo de 2018.
a la hora de analizar por tipologías, en el último año, la oferta de departamentos aumentó un 33% respecto al mismo periodo anterior. la cantidad de unidades de dos ambientes registró el mayor incremento (había 23.157 a la venta y hoy hay 33.650, un 45% más), seguida por las de tres ambientes (de 21.738 a 29.800, un 37% más) y los monoambientes (de 18.817 a 24.915, un 33% más).
su vez, mientras la cantidad de publicaciones sube, las búsquedas en portales caen. aunque la cifra se recuperó un 82% en relación con el año pasado en plena cuarentena estricta por la pandemia de coronavirus, viene disminuyendo un 4% cada mes. “Todo sigue igual, la economía no arranca y no hay una buena expectativa. El stock se sigue acumulando semana a semana”, aseguró Soledad Balayan, directora de Maure Propiedades.
la broker habla de “un círculo vicioso” que enfrenta el mercado inmobiliario en donde se vinculan ocho factores que explican el panorama: por un lado, hay una
En un contexto de alta oferta, los propietarios tienen mucha competencia; en promedio, hay casi 10 inmuebles en venta por manzana en CABA acumulación del stock en venta y una demanda de compra que se encuentra en los niveles mínimos. Además, los precios de publicación no son referencia de los valores de venta, algo que, junto al deterioro del salario real y la falta de acceso a créditos hipotecarios, lleva a que la cantidad de operaciones que se concretan sea de las más bajas de la historia. A su vez, el cepo y las restricciones cambiarias, sumadas a la baja rentabilidad y las condiciones que impone la nueva ley de alquileres, dificultan el mercado.
En un contexto de alta oferta, los propietarios deben saber que tienen mucha competencia. En promedio, hay casi 10 departamentos en venta por manzana en CABA, cuando en los últimos cuatro años había seis. Las cifras aumentan en barrios más densos: en Recoleta, hay 47 inmuebles en oferta por manzana; en Puerto Madero, 46; en Palermo, 33; en Belgrano, 30 y en San Telmo, 27.
Para Bryn, se trata de un dato contundente imposible de ignorar a la hora de salir al mercado. “Los dueñostienenmuchacompetencia.para poder vender en este escenario, deberían estar entre los cinco valores más bajos comparándose con otras propiedades similares”, afirmó.
3 Lo que ingresa al mercado lo hace a precios más bajos
Según datos relevados por Mercado Libre y la Universidad de San Andrés (UDESA), en CABA, el precio del metro cuadrado de los inmuebles que recién ingresan al mercado es más bajo en comparación con el de los que ya llevan un tiempo publicados. Así, se genera una brecha en los valores que, según Balayan, es importante tener en consideración al momento de la tasación. “Está ingresando competencia más económica”, sintetizó.
El indicador de tendencia de precios en venta marca que los valores de venta se encuentran en baja desde febrero de 2019. Los nuevos avisos siempre se ubicaron por debajo, pero en los últimos meses la brecha empezó a ampliarse. El precio de venta del metro cuadrado de las propiedades publicadas gira en torno a los US$2574, mientras que el de los inmuebles que recién ingresan al mercado cuesta US$2432, es decir, US$142 menos.
“Cada nuevo aviso debería publicarse a un precio competitivo para su venta contemplando los valores del m² de ese momento”, explicó Bryn y remarcó que, por eso, lo que ingresa al mercado lo hace a un precio más bajo. En relación a la brecha que se está ampliando, puntualizó: “Hay inmuebles que se publicaron hace meses y sus precios no fueron retasados periódicamente, por lo tanto quedaron ‘caros’ o ‘desactualizados’ para la nueva realidad del mercado que varía cada mes. Así, una nueva propiedad publicada termina teniendo un precio más ‘competitivo’”.
Para Balayan, el hecho de que los inmuebles que ingresan al mercado lo hacen a valores más bajos podría significar que los dueños “se están ajustando un poco más a la realidad”, mientras que, quizás, las inmobiliarias “están tomando menos propiedades fuera de precio”. “Acá juega mucho la expectativa de la persona, qué cree que va pasar en el mediano y largo plazo”, señaló.
Que el propietario decida bajar el precio, según la broker, siempre depende del costo-oportunidad. “Tiene que analizar cuánto le conviene tener la plata frenada. Si piensa que las propiedades van a seguir cayendo, le conviene bajar el valor y venderla. Si planea quedarse con los dólares y empieza a afectar la inflación en Estados Unidos, va a perder poder adquisitivo. Si va a venderla para comprar otra está en un mercado igual y le conviene hacerlo hoy porque va a tener más opciones”, analizó.
Según la Dirección General de Estadísticas y Censos porteño, que realiza informes trimestrales de acuerdo a los avisos de Argenprop, actualmente una propiedad permanece 275 días publicada en promedio hasta conseguir un comprador, es decir, alrededor de nueve meses.
El consejo del sector es confiar en la inmobiliaria que realice la tasación y, si el deseo es concretar una operación dentro del menor tiempo posible, poner a la venta el inmueble en un valor lógico teniendo en cuenta el escenario actual de acumulación del stock, baja demanda, deterioro del salario real y falta de acceso a créditos hipotecarios.
“La tasación no es una ciencia exacta, es una apreciación en base a distintas variables que uno analiza, pero la realidad te la da el mercado cuando publicás”, dijo Balayan. Aunque explicó que, una vez publicado, el precio del inmueble puede modificarse, lo ideal es salir al mercado con un valor razonable porque “lo que ocurre en los primeros 10 días es clave: si no ingresa dentro de los parámetros, no habrá una reacción”.
Por la baja rentabilidad de un alquiler, no hay inversores La ausencia de inversores es otro de los factores que le puso un freno al mercado de compraventa. Es que, pese a que la renta neta que deja el alquiler de un departamento viene recuperándose tras la caída de 2020, el porcentaje anual que percibe un propietario ya se ubica por debajo de un dígito. Se trata del más bajo de la historia, sin contar únicamente el tiempo de pandemia.
De acuerdo a un informe de Reporte Inmobiliario, tener un departamento para alquiler aporta una Tasa Interna de Retorno Anual (TIR) del 0,83%, que resulta 0,32 puntos por encima de la medida de hace un año en plena pandemia, cuando los datos se distorsionaron totalmente y llegaron a su mínimo desde que se lleva adelante la serie. El estudio mide la rentabilidad neta y no bruta, que actualmente se ubica en el 2,71% anual.
La baja rentabilidad se sumó a otro factor explosivo en el mercado que es la nueva ley de alquileres que se sancionó a mediados de 2020. La norma, con el objetivo de proteger al inquilino de precios y condiciones abusivas, introdujo una serie de regulaciones para el propietario que hicieron que tener una propiedad para generar renta sea vuelva poco atractivo.
Sin embargo, Bryn remarcó que, pese a que quien invierte en un inmueble para alquilar no obtiene “un resultado tan atractivo como antes”, lo mismo ocurre con todas las alternativas por fuera de los inmuebles, como un Fondo Común de Inversión y plazos fijos en pesos o dólares. “Por ello es que, más allá de los altibajos del valor del m², los inversores tradicionales siguen en muchos casos eligiendo este tipo de activo”, afirmó.
Las ventas están en un piso histórico
La cantidad de escrituras que se firman cada mes es uno de los indicadores más claros del momento que atraviesa el sector. En junio, se concretaron en total 2439 operaciones de compraventa en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que en Provincia de Buenos Aires se firmaron 7324. En ambos casos, muy lejos de los promedios habituales prepandemia. Así las cosas, el stock de inmuebles en venta se acumula y, desde abril del año pasado no se detiene.
“Lo que está sucediendo es que, básicamente, la demanda está más restringida que nunca a un público que opera por necesidad en cuanto a cubrir mejores condiciones de habitabilidad en la vivienda que tenía, de ampliar metros, de mudarse por teletrabajo. Esa es la demanda y tiene que operar con recursos propios ya disponibles en dólares y, en muchos casos, vendiendo una propiedad”, analizó José Rozados, director de Reporte Inmobiliario. “Es un mercado sumamente restringido, sin crédito hipotecario y con ausencia general de inversores que hoy prefieren reservar liquidez antes que inmovilizar el dinero en un bien inmueble”, agregó.
En el mismo sentido, Balayan indicó que hay muchos factores que le ponen un freno al mercado: el invierno, la segunda ola de coronavirus, la llegada de las elecciones y la volatilidad del dólar blue. “Todo eso hace que muchas personas no se terminen de decidir a concretar la operación”, afirmó.
La suba o baja del dólar impacta directamente en el mercado inmobiliario. Por un lado, tiene efectos sobre el costo de construcción: la baja de los precios en dólares incide con el tiempo en el costo de “reposición” del m², es decir, en lo que sale construir un nuevo edificio. Si ese valor baja, disminuye en el largo plazo el valor del inmueble a estrenar y del usado. “Si construir un nuevo edificio arroja un valor del departamento más bajo, esto empuja al resto del stock a la baja”, analizó Bryn.
A su vez, la baja en la capacidad de compra de metros cuadrados, debido al aumento del dólar y un salario que no acompaña ese incremento, generan que haya menor demanda de inmuebles. “La brecha cambiaria y la volatilidad en el tipo de cambio arrojan un contexto de incertidumbre. La desconfianza mantiene alejados a los inversores, más aquellos que están decididos a operar por recambio, que ya tienen los dólares y quieren invertir para mejorar su vivienda o comprar una nueva propiedad”, opinó Rozados.
Aunque aseguró que los precios de los inmuebles están en caída, dijo que los propietarios “no están en su mayoría dispuestos a bajarlos en la medida que haría falta para que alguien con un ingreso o que tenga ahorros pueda comprar su primera propiedad”. También agregó que “no hay capacidad de endeudamiento con crédito hipotecario accesible. No hay una salida que implique que, a partir de la baja de precios, se pueda generar una demanda que equilibre La baja debería ser enorme y por ahora el que vende no está dispuesto a reducir”, agregó. El ritmo que marca el mercado es complejo y desde el sector señalan que, si no se generan condiciones para el ahorro, la inversión y el crédito, será muy difícil hacer que finalmente tome vuelo y despegue.
Fuente: Télam ~ El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, estimó este martes que hacia fin de año habrá más de 100.000 viviendas en construcción a través de programas del Estado, y que esto generará unos 300.000 puestos de trabajo de manera directa.
«Con todas las políticas que tenemos vamos a estar a fin de año con más de 100.000 viviendas en construcción, generando más de 300.000 puestos de trabajo de manera directa, vamos en ese camino», afirmó Ferraresi en diálogo con FM La Patriada.
Sostuvo que «este es el camino, más de 60.000 viviendas con provincias y municipios, más de 30.000 desarrollos urbanísticos de Procrear, seguimos comprando terrenos y generando lotes; son acciones que tienen que ver con generar una cuestión estructural con la diversidad que tiene la Argentina«.
Según el funcionario, se construyen más de 60.000 viviendas con provincias y municipios y más de 30.000 desarrollos urbanísticos de Procrear. En este contexto se refirió a la línea de créditos para la construcción Casa Propia y destacó que «en tres días hubo 20.000 inscriptos», a partir de que «tomamos la decisión de modificar el límite mínimo para acceder al crédito, lo bajamos a un salario vital y móvil».
Resaltó que «ampliar derechos tiene que ver con generar posibilidades a los que menos posibilidades tienen».
«Trabajamos con una batería de políticas que nos va a permitir solucionar de una vez y para siempre el problema de la vivienda en Argentina», concluyó.
Fuente: Infobae ~ El Gobierno nacional y las distintas cámaras empresariales reunidas en la Mesa de la Vivienda mantuvieron diversos encuentros en los últimos días con el fin de concretar una nueva herramienta crediticia para la vivienda, enfocada en la clase media y que abarque tanto la compra de unidades usadas como la construcción. La propuesta, analizada en el ámbito del Consejo Económico y Social, aspira a instrumentar 10.000 créditos por año que financien la compra de hasta el 80% de la vivienda terminada y hasta el 100% en el caso de la construcción. Además, incluiría opciones para la refacción y la compra de terrenos.
También se propone la creación de un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción (FFCP), con el objeto de brindar sustentabilidad al sistema de crédito hipotecario, promover el acceso a éste y fomentar la complementariedad con el mercado de capitales. Ese Fondo podría financiarse a través de seis vías: 1) una prima contenida en las cuotas de los créditos hipotecarios; 2) el rendimiento de sus inversiones; 3) los aportes que deberán integrar las entidades financieras de acuerdo con lo establecido en el artículo 5° de esta ley; 4) un aporte inicial del Tesoro nacional que le asigne el Estado nacional; 5) aportes, financiaciones, subsidios o donaciones provenientes de organismos multilaterales de crédito; 6) los recursos que bajo cualquier título reciba de organismos públicos, privados, nacionales e internacionales.PUBLICIDAD
La Mesa de Vivienda está integrada por la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) y la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU). Junto al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, viene trabajando en un proyecto de ley que aspiran a que sea tratado por el Congreso nacional.
Cómo actualizar
El Proyecto de Ley tiene como objetivo general impulsar el crédito hipotecario, promover el ahorro nacional en moneda local y reducir el déficit habitacional. Para ello, crea un esquema que brinda sustentabilidad al sistema de crédito hipotecario al resguardar el valor del capital prestado, brindando incentivos a los bancos e inversores, a la vez que protege a los futuros deudores al establecer que el valor de las cuotas a abonar se ajustará por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS).La construcción también está contemplada. La propuesta, en el caso de que la apruebe el Congreso nacional a la brevedad, financia hasta el 100% del valor de la edificación
Lo que trascendió de la última reunión es que se crearía un fondo de compensación para cubrir el desfase de los flujos que descapitalizan al sistema bancario. “Todo está en discusión, pero es una medida interesante para reactivar la actividad. En la medida en que la persona tenga trabajo, podrá pagar los compromisos. La idea es que las cuotas no superen el 25% de los ingresos de los que tomen los planes para comprar su vivienda”, dijo a Infobae Carlos Spina, presidente de la AEV.
Esta labor que se realiza en conjunto y unió lo público con lo privado, permitió que se concrete el nuevo blanqueo a través de la Ley N° 27.613. “Tenemos que tomar el aprendizaje de otros tiempos. Cuando se creó el Cedin, los certificados creados en 2011 frente al cepo cambiario, fue todo al mercado del usado; los fondos del blanqueo de 2016/17, tampoco se volcó a la construcción ni las actividades productivas en general. Por eso, esta nueva opción haría movilizar junto al nuevo sinceramiento tanto las ventas como la edificación. Son dos leyes que se complementan”, apuntó Spina.
Desde el consejo informaron que, a excepción del Plan Procrear, en la Argentina es una utopía acceder a la compra o construcción de una vivienda a través de un crédito hipotecario. “El volumen es de un 0,7% del PBI siendo que países de la región como Chile tienen un 23%, Brasil un 14%, Bolivia un 11%, etc. Nuestro país tiene el menor volumen de créditos en América Latina y también en el mundo”, precisó la comunicación.En Rosario como en todo el interior, también se espera de un apalancamiento al margen del Procrear, para dinamizar la industria
Tanto bancos oficiales como privados serán quienes realicen la operatoria de los créditos, que aún falta implementarse. Iván Szczech, presidente de la Camarco, dijo a Infobae que “la problemática que se observa actualmente es que en líneas generales el salario no ha crecido paralelamente a la inflación, lo que ha hecho que para muchas personas los créditos para la vivienda sean cada vez más difíciles de pagar. La propuesta es solventar esa diferencia entre salario e inflación a través de un fondo fiduciario de cobertura y promoción del crédito hipotecario, el cual compensará los desfasajes entre los índices”.
En el ámbito de la Mesa de Vivienda, tratan de generar un sistema que dé certidumbre a las familias con respecto a cómo va a impactar la cuota del crédito en sus ingresos, “para que su pago pueda ser sustentable a lo largo del tiempo”, concluyó Szczech.
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