Fuente: El Economista: La región más optimista es el NOA, donde el 33% de los encuestados espera un 2022 de mayor actividad
El 68% de los empresarios consultados en un estudio de opinión se mostraron optimistas respecto al crecimiento de la actividad en el sector inmobiliario y de la construcción durante el 2022, de acuerdo con un informe presentado hoy por el Grupo Construya.
La 19a edición del Estudio de Opinión Construya «encontró optimismo entre empresarios y profesionales del sector en todo el país, quienes de todos modos reclaman mayor estabilidad cambiaria y acceso al crédito». «El 68% de los encuestados es optimista con respecto al 2022 y cree que el próximo año el nivel de actividad en el sector inmobiliario y de la construcción aumentará o en el peor de los casos se mantendrá igual», destaca el informe.
El trabajo del Grupo Construya destaca que «el 92% de las respuestas a nivel nacional afirman que es el privado quien empuja el sector a través de obras pequeñas, medianas y grandes, y de remodelaciones o ampliaciones».
La región más optimista es el NOA, donde el 33% de los encuestados espera un 2022 de mayor actividad. En cambio, el 42% de los encuestados en Cuyo cree que caerá la actividad en los próximos meses (42%).
En cuanto a las actividades, las inmobiliarias fueron el sector más golpeado en 2021, con casi la mitad de ellas (48%) viendo una caída en sus operaciones. «El dato no sorprende, ya que es sabido el impacto negativo que tuvo el cepo cambiario y la brecha cambiaria, al restringir las operaciones de compraventa de unidades terminadas y alentar la construcción desde el pozo», señala el informe, no obstante ello, las inmobiliarias son las más optimistas de cara al 2022.
El relevamiento sectorial se realizó entre el 15 y el 29 de noviembre de 2021, tuvo alcance nacional y se obtuvieron 420 respuestas.
Fuente: Argentina ~ El ORSEP participó del evento desarrollado en Tecnópolis el pasado viernes.
Con la presencia de mil trabajadores y trabajadoras, se llevó a cabo el 1° Encuentro Interno del Ministerio de Obras Públicas. En el mismo, el ministro Gabriel Katopodis revalorizó las acciones llevadas adelante en los primeros dos años de gestión y planteó los desafíos para el futuro. En representación de los distintos organismos, acompañaron al ministro en el acto principal la presidenta de Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), Malena Galmarini; la jefa de Gabinete del Ministerio de Obras Públicas, Cecilia Cardini; el administrador general de Dirección Nacional de Vialidad, Gustavo Arrieta; el administrador del Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (ENOHSA), Enrique Cresto; el secretario de Obras Públicas, Martín Gill; el secretario de Infraestructura y Política Hídrica, Carlos Rodríguez, y el secretario de Gestión Administrativa, Guillermo Sauro.
Además, se hicieron presentes el presidente del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP), Adriano Borús; el presidente de Corredores Viales (CVSA), Gonzalo Atanasof; la gerenta General de la Agencia de Planificación (APLA), Sonia Kabala; el presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Carlos Bertoni; el presidente del Tribunal de Tasaciones de la Nación (TTN), Daniel Martín; el director ejecutivo de Gestión de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), Daniel Larrache, y representantes del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).
Fuente: Cronista ~ El Gobierno entrega créditos hipotecarios a tasa cero para vivienda a través de dos planes sociales «Procrear» y «Casa Propia»; ¿qué hay que saber?
El Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat continúa con la adjudicación y otorgamiento decréditos hipotecarios a tasa cero para vivienda.
Se trata de préstamos para la construcción de unidades a través del programa federal Casa Propia, así como de los créditos del plan Procrear en los que la construcción está a cargo del Estado y el crédito es para el repago.
El titular de la cartera, Jorge Ferraresi, entregó casi 100 créditos la semana pasada además de 21 viviendas en los partidos de La Matanza y San Martín.
CASA PROPIA: QUÉ ES
Como bien indica la página web oficial del gobierno, Casa Propia es: «una política de alcance federal que busca reducir el déficit habitacional, garantizar el derecho a la vivienda y promover su acceso igualitario.
A través de este, el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat se propone generar 264 mil soluciones habitacionales para todo el país«.
Quienes formen parte van a poder acceder a créditos a tasa cero para acceder a una nueva vivienda o mejorar las condiciones de su hogar.
Un dato a tener en cuenta es que para calificar para el crédito, la suma de los ingresos mensuales netos del grupo familiar deberá estar entre 1 y 8 SMVyM (Salarios Mínimos, Vitales y Móviles), que actualmente está en $ 31.938. Es decir, que el ingreso familiar debe situarse $ 32.000 y $ 255.504 mensuales.
CASA PROPIA: CRÉDITOS
Los créditos que ofrece dicha prestación son para construir viviendas de hasta 60 metros cuadrados en un lote propio o de un familiar directo; los préstamos se entregan cuando se termina la construcción.
El valor del mismo puede llegar a variar pero rondan entre los $ 4,3 millones o $ 4,9 millones en la zona sur del país.
A su vez, es importante recalcar que son a 30 años con una tasa de interés cero y con cuotas que se ajustan únicamente al Coeficiente de Variación Salarial; este es compartido por el INDEC.
PLAN PROCREAR: QUÉ ES
«Procrear II es una política de desarrollo territorial, urbano y habitacional de alcance federal y con una perspectiva integral que busca mejorar las condiciones de acceso al hábitat», se detalla en la página web oficial del gobierno.
Este programa se divide en varias líneas disponibles donde a cada una le corresponde un beneficio para su titular, en cuanto a la línea de desarrollos urbanísticos la misma tiene plazo de repago de 30 años con tasa cero y ajustable únicamente por salarios.
Fuente: Gobierno de Mendoza ~ El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) llamó a licitación para ejecutar un proyecto que contempla la eficiencia energética y la energía renovable en la vivienda social. Será financiado por el BID.
Con un doble objetivo, el IPV concretó una convocatoria para trabajar en soluciones habitacionales que, por un lado, mejoren la calidad de vida de los hogares con escasos recursos y, por el otro, contribuyan a la eficiencia energética y disminución del impacto sobre el medio ambiente.
Este proyecto contempla la construcción de 16 viviendas, cuyo diseño toma en cuenta las condiciones del clima, aprovecha los recursos disponibles para disminuir impactos ambientales y reduce los consumos de energía, asegurando la calidad de vida de los habitantes.
Cuenta con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y será desarrollado y administrado por el IPV en el marco de la línea GEF. Se llevará adelante en terrenos ubicados en el barrio Aguaribay del departamento de Junín.
Características de las viviendas
El prototipo GEF requiere que se tengan en cuenta ciertos lineamientos arquitectónicos. Uno de ellos es orientar los espacios principales de la vivienda al norte, girando la misma según la orientación del terreno.
Por otra parte, para la construcción de las viviendas se deberán utilizar nuevas tecnologías. Es por eso que se ha contemplado la utilización del SteellFraming como sistema constructivo, lo que representa una innovación tecnológica óptima para zona sísmica, con menor espesor de muro, reportando más espacio interior.
En cuanto a la cubierta de techo, se realizará con paneles modulados livianos de chapa con aislación térmica incorporada dándole protección a la envolvente. Esto permite además, por su forma, la incorporación de sistemas de generación de energía solar térmica y fotovoltaica.
Otra característica requerida es la flexibilidad, es decir que la distribución interna permite la adecuación de los ambientes a las necesidades familiares tan solo con la remoción de tabiques internos.
Respecto de las estrategias bioclimáticas, las viviendas podrán conservar el calor en los meses de invierno, lo que se logra gracias a la orientación, a la envolvente aislada térmicamente, tanto en muros como en cubierta, y a la carpintería con doble vidriado hermético (DVH).
En verano, la protección y control solar se logra mediante envolventes aisladas térmicamente, aleros y una pérgola con vegetación de especies caducas. Y el enfriamiento se produce mediante la incorporación de aventanamiento que permite ventilación cruzada para renovación del aire.
Además, se han incorporado las siguientes tecnologías que favorecen el aprovechamiento energético:
Energía solar térmica, colectores de placa plana, para la producción de agua caliente sanitaria (ACS).
Energía solar fotovoltaica mediante módulos fotovoltaicos con medidores bidireccionales.
Sensores permanentes para medición y monitoreo, que medirán los consumos energéticos durante un año, realizando comparativos con los diferentes niveles de resolución bioclimática por cuenta del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial)
Fuente: Clarín ~ Los edificios son responsables por el 40 por ciento de las emisiones de carbono, y para 2060 se espera que se duplique la superficie construida.
Como es notorio estamos atravesando una crisis climática asociada a un balance de carbono que tiene un componente de emisión mayor que la de captura. Esta emisión se desequilibra por quemar hidrocarburos generados por la fotosíntesis de hace millones de años. Esa energía se utiliza de diversas maneras y el principal uso es la construcción siendo, entonces, fundamental que esta se reconfigure y sea parte de la solución climática, sin ello será imposible.
Los edificios son la mayor fuente de emisiones de carbono del mundo y representan aproximadamente el 40% del total de ellas. Si se tiene en cuenta el carbono embebido en los materiales de los edificios, los sistemas y las infraestructuras asociadas, ese porcentaje es sustancialmente mayor. De esas emisiones totales, las operaciones de construcción son responsables del 28% anual, mientras que los materiales de construcción (generalmente denominados carbono incorporado) son responsables de un 11% adicional anual.
Se espera que la superficie construida global se duplique para 2060 para acompañar a la mayor ola de crecimiento urbano en la historia de la humanidad, cantidad semejante a la actualmente construida, de unos 230 mil millones de m2, unos 23 millones de has, de área de viviendas nuevas sumadas al parque de edificios global, es el equivalente a agregar una ciudad de Nueva York completa al mundo, cada mes. durante 40 años. Lograr cero emisiones de las nuevas construcciones requerirá edificios energéticamente eficientes que no utilicen combustibles fósiles en el sitio y que estén 100% alimentados por energía renovable en el sitio y / o fuera del sitio. Solo se logrará con diseños y materiales apropiados.
A Latinoamérica le corresponden cerca de 10.000 millones de m2 en los próximos 10 años y prácticamente en la región no hay reglamentaciones térmicas que tengan en cuenta la energía operativa y menos aún la energía embebida en los materiales. Este mal diagnostico apura las acciones de instituciones como el Instituto latinoamericano Passivhaus para visibilizar con respuestas concretas y verificables que en su Capítulo Argentina ya cuenta con más de 25 profesionales.
Aparecen como fundamentales los materiales biológicos producto del gerenciamiento de la fotosíntesis actual como elementos de captura por largos plazos del carbono en diversos productos como madera, lana, cáñamo, rastrojos de cereales, lino y otros que presentan características físicas que los hacen ideales para estos propósitos.
Los Materiales Biobasados que se utilizan fundamentalmente para aislación tienen una conductividad competitiva comparada a los derivados de Hidrocarburos, pero una capacidad térmica específica, (cantidad de energía necesaria para subir un grado la temperatura de un kg de material) muy superior lo cual los hace mejores aislantes sobre todo en temperaturas radiantes elevadas.
Otras características de los Biobasados es que pueden tener hasta un 30% de humedad prácticamente sin modificar su capacidad de aislación mientras que una lana de vidrio con un 1% de humedad reduce un 30% su capacidad de aislación, además que los aislantes Biobasado son estancos y eso es muy importante a la hora de aislar, es como una buena campera corta viento que sin estos materiales aislantes no abrigaría ya que el viento que pasa se lleva consigo la energía.
En Argentina hace tiempo se está trabajando en la formación de equipos que puedan diseñar sobre tecnologías como la citada Passivhaus y en la elaboración y aprovechamientos de materiales aptos para esta visión. Por ejemplo, se esta instalando en Tandil una empresa para construir tableros a partir de rastrojos de trigo o hay emprendimientos que fomentan el uso de madera en la construcción. Hay que mencionar que a nivel mundial ya hay edificios de varios pisos hechos en madera y que este material resulta menos ignifugo y no colapsa con grandes temperaturas como el acero.
Dijo Edward Mazria después de la COP 26: “El sector de la construcción está en la cúspide de ayudar a cambiar el curso del planeta. A pesar de las noticias aparentemente sombrías procedentes de Glasgow, se ha producido todo un cambio de mentalidad y, cuando eso ocurre, sabes que se avecinan grandes cambios.” La construcción con diseño y bioeconomía es el único sector de gran impacto ambiental que puede pasar en el balance de carbono, de ser emisor para capturarlo, lograrlo requiere comprensión y legislación acorde. Nuestros países dotados de alta capacidad de generar biomasa per cápita tiene aquí otra gran oportunidad.
Fuente: iProfesional ~ El acceso la vivienda propia es un sueño muchas veces postergado para millones de personas. Los motivos son variados y la situación tiende a agravarse
Durante décadas, el «ladrillo» fue la inversión por excelencia en nuestro país. Tal vez se trata de una tradición heredada de aquellos inmigrantes de principios de siglo XX que llegaron al país con «una mano adelante y otra atrás», para quienes su primera gran ilusión era tener la tranquilidad del techo propio.
Sin dudas que muchos de ellos lograron alcanzar su sueño a fuerza de trabajo y voluntad, pese a que fueron pocas las ocasiones en las que abundó el crédito destinado a la vivienda.
Más recientemente, el crédito para vivienda desapareció hacia fines de 2008. Y cuando resurgió no estuvieron dadas las condiciones para que se convirtiera en una herramienta útil para cumplir con las expectativas de millones de personas.
A vuelo de pájaro, se pueden mencionar los fracasos de líneas tales como la famosa «1050» que ajustaba el capital según la evolución de la tasa de interés o, más acá en el tiempo, a los préstamos UVA, actualizados por inflación. Y no se puede dejar de mencionar lo sucedido en 2002 tras la salida de la convertibilidad con los créditos en dólares, que ante la magnitud del problema fueron pesificados a un tipo de cambio sustancialmente menor al de mercado.
Pero más allá de la ausencia de este motor financiero que que necesita el mercado inmobiliario, existe otra limitación tan o incluso más importante: es la distancia creciente entre el precio del metro cuadrado (m2) y el salario.
La notoria brecha que los separa es consecuencia de que mientras que la valuación de las propiedades se realiza en dólares, obviamente la retribución al trabajo en la Argentina es en pesos. La falta de crédito y los precios en dólares complican el acceso a la vivienda en la Argentina.
Cómo evolucionarion el metro cuadrado y los salarios
Si se analiza lo sucedido en los últimos años, pueden sacarse algunas conclusiones por demás interesantes. Por ejemplo:
Entre 2005 y 2012 el m2 subió un 150%, pues pasó de u$s998 a u$s2.515, en tanto que el salario en dólares trepó unos 20 puntos porcentuales por encima, de u$s407 a u$s1.100. Durante gran parte de ese período, el crédito hipotecario fue el gran sustento de la actividad, con tasas fijas en pesos y financiación a largo plazo. A esto se le sumó otro elemento clave: el libre acceso al mercado cambiario.
Posteriormente y hasta 2015, se ingresó en un período de transición, en el que el m2 se redujo cerca del 7% mientras que los salarios en dólares cayeron un 3 por ciento. Pero ya existía el cepo cambiario y el crédito hipotecario se había reducido a la mínima expresión.
Un año después, entró en vigencia la línea de créditos ajustada por UVA, en momentos en los que los salarios en dólares alcanzaron los mayores niveles de toda la serie, pues rondaban los u$s1.240, en tanto que el m2 promedio iniciaba su rally ascendente.
Pero a partir de la crisis cambiaria que se inició en abril de 2018, el escenario comenzó a complicarse. Mientras que el m2 alcanzaba el valor máximo de la serie, con casi u$s3.000, los salarios en dólares se desplomaron hasta los u$s724. Es decir que mientras que los inmuebles seguían subiendo de precios, la capacidad de compra de los argentinos se reducía en forma drástica.
Propiedades: ¿cuántos sueldos se necesitan para comprar?
Ante la marcada contracción de la demanda, que luego se redujo aun más como consecuencia de la cuarentena y la pandemia de Covid-19, los precios comenzaron a caer en forma acelerada, pues entre fines de 2018 y la actualidad retrocedieron un 32%. No obstante la magnitud del ajuste, este no pudo ser capitalizado por los potenciales compradores, debido una vez más a la falta de crédito en condiciones accesibles y a que el salario también se licuó, incluso más que el precio del metro cuadrado.
Como consecuencia de esta situación, en la actualidad se requieren poco más de 4 sueldos para adquirir un m2, mientras que a lo largo del último período analizado (2019 a la actualidad) era necesario sumar seis meses más.
Este indicador es exactamente el doble que el que se necesitaba entre 2013 y 2017, pues se requería 2,4 sueldos por m2.
Así, un simple ejercicio permite concluir que para poder comprar un departamento estándar de 65 m2 en Capital Federal se requiere nada menos que ahorrar en forma ininterrumpida a lo largo de 23 años, pese al derrumbe de los precios, mientras que años atrás ese número se reducía prácticamente a la mitad.
A partir de estos datos y de otros factores como la actual ley de alquileres que desalienta la inversión en el sector inmobiliario, explican la escasa concreción de operaciones de los últimos años. Con salarios en pesos, cada vez es más difícil adquirir propiedades valuadas en dólares.
Según consigna la consultora Reporte Inmobiliario, para los meses de septiembre de cada año, entre 2005 y 2011 se registraban unas 6.000 escrituras por operaciones de compra venta en la Capital Federal. Entre 2012 y 2016 la cifra bajó a 3.500 y solo repuntó en 2017 con los créditos UVA, cuando se volvió, aunque en forma transitoria a los niveles iniciales. El punto mínimo de la serie fue con la pandemia, pues en 2020 apenas se anotaron 2.181 operaciones y este año muestra un leve repunte, ya que llegó a las 2.815.
En cuanto al acumulado en los primeros nueve meses de cada año, «las compraventas siguen en mínimos históricos. La suma hasta septiembre de 2021 es un 18,5 % inferior al que se registró en los mismos nueve meses del 2019 y es el más bajo desde el año 1998, a excepción del 2020. Se ubica incluso por debajo de 2002 con la crisis de la convertibilidad y por debajo también del periodo del anterior cepo cambiario entre los años 2012 y 2015″, concluye Reporte Inmobiliario.
Fuente: Clarín ~ Cómo impactarán en ambos sectores de la economía, las variables del tipo de cambio, la inflación y la incertidumbre de la economia.
Los sectores inmobiliario y de la Construcción están estrechamente ligados a la marcha de la economía. Por eso, el actual escenario -teñido de vaivenes en el tipo de cambio, falta de acceso al crédito, alta inflación e incertidumbre frente al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)- vuelve a plantear la inquietud acerca de qué puede pasar con ambos sectores en el 2022.
Los empresarios admiten la necesidad de resolver los temas macroeconómicos para dar estabilidad al mercado en general. Sin embargo, exhiben un amplio abanico de ideas, sobre el impacto de la macroeconomía en el desarrollo de sus actividades.
Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) recuerda que el sector “viene de tres años de un nivel de caida y salvo que cambie drásticamente la situación en el 2022, que haya un repunte económico que haga cambiar el ánimo de la gente, que no pareciera ser el caso, el mercado inmobiliario y la construcción privada de vivienda múltiple va a seguir ralentizado como vino sucediendo durante este año”, señaló.
«No tengo una visión muy optimista para el sector para el próximo año porque no veo que vaya a cambiar el ritmo inflacionario ni tampoco la política de ajuste del tipo de cambio», dispara Luis Guido, director de la desarrolladora Grid SA (Grupo Idea Desarrollos) . «Con lo cual es probable que siga aumentado el valor en dólares de la construcción y que siga deteriorándose el valor de venta de las propiedades. Esperemos que este proceso no se intensifique pero parece difícil que se revierta. Por lo menos en el año 2022”, opinó.
Más optimista, Sebastian Cantero, otro empresario del sector, opina que “el acuerdo con el FMI va a traer tranquilidad a los mercados en general. Pero la realidad es que el mercado inmobiliario ya se está acomodando y la gente se va a animar a invertir un poco más adelante. Los precios se están reacomodando y se está vendiendo un poquito mas que antes. También hay más consultas», dijo.
En tanto, el broker, Oscar Puebla no cree «que se solucione el problema habitacional en el 2022 con un simple acuerdo con el FMI», dice. La situación de la economia condena al mercado a no tener créditos y la gente que necesita comprar su primera vivienda lo necesita. Por lo tanto, el mercado se va seguir moviendo con los pocos inversoresque sacan el dinero del colchón para comprar alguna propiedad que se esta vendiendo por necesidad», diagnosticó.
Precisamente sobre el parate de las ventas inmobiliaria Marta Liotto, presidenta de CUCCBA agrega: «tenemos muchísimas ganas de que esto se revierta porque estamos atravesando una de las peores crisis de la historia. Se necesitan distinta medidas en materia económica como créditos y blanqueo para la Construcción, enumera. También, según la directiva, la ley de alquileres es crucial para el mercado. Esperemos que, en marzo, con la reanudación del Congreso, el oficialismo y la oposición encuentren un acuerdo politico para poder encontrar un escenario mas conveniente para nuestro sector», resaltó.
Finalmente, Santiago Levrio, gerente general de TBT Real Estate Desarrollos opinó: «es muy poco probable que veamos algo diferente al promedio de los años con cepo. Es decir, precios estables con la mitad de operaciones de compraventa que los años sin cepo. Probablemente si existen shocks cambiarios puede haber algún trimestre de incluso menos operaciones pero en promedio no será muy diferente.
En cuanto al mercado locativo, veremos un crecimiento fuerte del mercado de temporarios apalancado con la llegada de turistas que son atraídos por precios relativos muy convenientes. Por otra parte el mercado de alquileres tradicionales, incluso con un cambio de la ley, veremos tensión en los precios producto de una demanda que, al no poder obtener hipotecas ,tiene como única opción el alquiler. Al mismo tiempo la oferta seguirá retraída.
Sobre las posibilidades para el desarrollo inmobiliario durante el año próximo, Levrio dice en 2022 «no debería haber incrementos tan fuertes de los materiales ni de la mano de obra y si el salario se recupera respecto al costo de la construcción veremos cada vez mas proyectos con financiación a largo plazo en vez de precios de pago contado muy bajos», señaló.
Fuente: Pilar a Diario ~ Es un 43% más que el año pasado. Se destinaron a edificar más de 900 mil metros cuadrados en casi seis mil obras de diferentes rubros. Los barrios cerrados y las industrias traccionaron la suba.
La construcción volvió a ser, este año, uno de los motores de la economía pilarense. A lo largo del 2021, la inversión en ladrillos rondó los mil millones de dólares entre los distintos rubros, un 43% más que el 2020 paralizado por la pandemia.
Los datos oficiales a los que accedió El Diario solo toman en cuenta la inversión privada. En el mismo periodo, el Estado invirtió en obra pública unos 16 mil millones de pesos, más de 150 millones de dólares a cotización oficial (ver aparte).
El rubro que más aportó a la construcción local fue el de las viviendas unifamiliares en barrios cerrados. Durante este año, se edificaron unos 485.678 m2 que demandaron una inversión de USD 582.813.600, más de la mitad de la inversión total en construcción.
Fue 28,43% más que año anterior en monto de inversión y metros construidos, aunque en cantidad de unidades funcionales la suba fue del 142%: se pasó de 2.317 en 2020 a 5.617 este año.
El otro rubro que aportó fuerte al crecimiento de la construcción fue la industria. Entre las nuevas plantas y, sobre todo, la ampliación de la capacidad productiva de otras ya existentes, se levantaron este año en Pilar 246.624 m2, casi 800% más de lo que se había concretado en el 2020, con pie de la pandemia aplastando la economía.
Fueron 16 los proyectos industriales que se ampliaron y, para eso, invirtieron USD 221.961.600 solo en edificios, a los que hay que sumarle el equipamiento.
El año anterior, solo 5 empresas habían encarado proyectos de construcción por unos USD 24.689.700 para levantar 27.433 m2.
Barrios abiertos Fuera de las urbanizaciones cerradas, el 2021 no fue un gran año para la construcción de viviendas en Pilar.
Se concretaron 146 proyectos registrados con destino de vivienda unifamiliar, un 20% más que en 2020. Pero tanto en metros como en inversión, la caída rondó el 60%: USD 4,5 millones y 10.123 m2 en 2021, contra USD 11,5 millones y 25.595 m2 del año anterior.
Tampoco la vivienda multifamiliar tuvo un boom extramuros. Si bien hubo este año 45 proyectos contra 41 del 2020, la caída en inversión y metros construidos fue del 3,5%: 67.365 m2 de este año contra 69.821 del anterior.
El edificios comerciales hubo menos proyectos este año, aunque más grandes: se hicieron 26 contra 31 del 2020, pero con un 21% más de metros y monto invertido para este año.
Se concretaron también 2 proyectos de oficinas -el año pasado había sido uno solo- por casi USD 1,5 millones, un 700% más que en 2020.
Además hubo 18 depósitos, 45 constricciones mixtas y 20 de rubros no identificadas que aportaron otros casi USD 60 millones de inversión para completar el panorama.
En total, la inversión el año que termina fue de USD 957.982.250, para levantar 914.418 m2, contra los USD 669.054.400 y 647.4545 m2 del 2020.
CASI $16 MIL MILLONES El aporte de la obra pública
El Estado invirtió unos $16 mil millones de pesos en obra pública en Pilar a lo largo del 2021, lo que equivale a unos 150 millones de dólares, cerca del 15% del total de la inversión privada en construcción durante el mismo periodo.
La inversión de la Provincia en las obras del río Luján, con $2.700 millones, fue la mayor, seguida por la que se hizo en construcción, ampliación y refacción de escuelas, con otros $2.400 millones, de los que 1.800 están en licitación.
Le siguen obras viales y asfaltos ($1.600 millones), el inicio del entubamiento del canal Agustoni ($1.300 millones), la finalización de la ruta 25 ($1.260 millones), el hospital central ($1.100 millones) y el recambio de luminarias por led ($1.100 millones).
Se agregan a la lista de inversiones públicas el paso bajo nivel del centro ($870 millones), los polideportivos ($550 millones), estaciones de trenes ($480 millones), obras de salud ($420 millones), pequeñas obras ($410 millones), los paseos de Pilar y Toro ($340 millones), centros de atención primaria ($310 millones), hospital Presidente Derqui ($280 millones), vacunatorio K46 ($120 millones), entorno de estaciones ($90 millones) centro cívico de Manuel Alberti ($80 millones) y los cajeros del Bapro ($35 millones).
Fuente: 0223 ~ Marcelo Mansilla, referente de Cuarzur Edificios, habló con 0223 sobre el presente de la construcción y el formato de negocios de la compañía. También se refirió al actual momento en el que se desenvuelve la economía.
Ni la pandemia del coronavirus pudo frenar a Cuarzur Edificios: hoy, la empresa de Mar del Plata se encuentra en el proceso de entrega del tercer edificio y ya está por lanzar el sexto. A pesar de la incertidumbre económica, la constructora mantuvo una firme apuesta en estos años y ratifica grandes expectativas a futuro.
«Creo que el país todavía no logra la estabilidad que estamos esperando pero seguimos teniendo fe de que en algún momento se va a lograr», dice Marcelo Mansilla, referente de la firma, quien destaca la «calidad» y «transparencia» de cada proyecto.
En una entrevista con 0223, el hombre de Cuarzur Edificios reflexiona sobre el presente de la construcción y el formato de negocios de la compañía. También se refiere al actual momento en el que se desenvuelve la economía nacional.
-¿A qué se puede atribuir el éxito de Cuarzur?
-El éxito de Cuarzur es la transparencia. Poder mostrarle a la gente lo que somos, lo que hacemos y hacia dónde vamos con resultados tangibles. Nuestros edificios se pueden visitar en sus diferentes etapas constructivas.
En este período hemos podido demostrar muchas cosas. Durante estos 6 años de la empresa llevamos 6 proyectos; 5 están en marcha y estamos entregando el tercero de ellos. Llevamos 7.040 metros cuadrados de departamentos; 3.807 metros cuadrados en ejecución; 3.233 m2 entregados escriturados y 130 familias satisfechas. Todos nuestros departamentos se entregan con final de obra y escritura, sin excepción.
«Somos fanáticos de la ciudad y apostamos a ella», aseguran en Cuarzur Edificios.
-¿Y cómo se procede con la compra de materiales?
-Compramos todo en Mar del Plata, porque somos fanáticos de la ciudad y apostamos a ella. Cualquiera que nos compra a nosotros va a poder ir a verificar la compra en el lugar donde la realizamos. Eso le da al cliente la tranquilidad de conocer el tipo de producto que va a tener su departamento. Nuestras construcciones se llevan a cabo con el sistema tradicional, lo que junto a los materiales de primera línea, es sinónimo de calidad constructiva. Nos fijamos en cada detalle para cuidar el producto final.
-¿Como fue continuar con estos proyectos en un contexto complicado de la economía y una pandemia de prácticamente dos años?
-Fue un proceso duro, al que nos hemos tenido que ir adecuando. Nos hemos acomodado al ritmo que nos tocó en la pandemia. Nosotros no podemos trabajar home office, porque en nuestra actividad la gente tiene que estar en la obra. Ha pasado que, más de una vez, alguno de los operarios tenían contacto estrecho y eso hacía que se frenara la obra. A veces sucedía en los proveedores, que se demoraban las entregas de material porque tenían que dejar de trabajar con el tema del Covid-19. A todos nos pasó, pero nos fuimos adecuando a eso. De cualquier manera, también tenemos que mirar lo bueno de estos años. Hoy estamos entregando el tercer edificio y lanzando el sexto, lo que no es menor.
Modelo de negocio
-Mientras los bancos no están dando crédito, ¿la gente puede obtener una muy buena financiación a través de ustedes?
-Así es. La realidad es que tenemos una financiación en pesos única en el mercado. Se abona un ingreso del 17 %, cuotas mensuales y un único refuerzo a los dos años El proyecto Cuarzur 5 tuvo 210 cuotas de financiación. Tal vez el Cuarzur 6 tenga algo menos. Pero, además, somos la primera empresa constructora del país que tiene un seguro de caución. Eso significa que hay un respaldo de una compañía de seguros que avala la inversión del cliente.
-En los últimos años los préstamos hipotecarios se ajustaron según valor de UVA, lo cual hoy es motivo de reclamo. ¿En qué se basa Cuarzur para el aumento de sus cuotas?
-Al financiar en pesos, lógicamente la cuota va variando anualmente, pero está no es acorde a la inflación o al dólar, sino al índice que la Cámara Argentina de la Construcción establece anualmente, el cual siempre resulta inferior a la inflación.
-¿El cliente puede ingresar en cualquier momento?
-Sí, lo que puede variar es el tiempo de financiación que va a tener durante el proceso. Nosotros damos un crédito a sola firma, no pedimos ni garantías ni recibos de sueldo. Y vamos conociendo al cliente a lo largo del tiempo, en función de su cumplimiento y el camino que vamos transitando juntos. Por ejemplo, alguien puede vender o transferir el boleto, pero al nuevo comprador –al que todavía no conocemos- sí le pedimos que respalde su crédito, porque para nosotros los créditos son personales.
-En función del mercado, las expectativas y demás ¿cómo observan los años que vienen?
-Seguimos apostando. Como anticipaba antes, estamos lanzando Cuarzur 6. Creo que el país todavía no logra la estabilidad que estamos esperando pero seguimos teniendo fe de que en algún momento se va a lograr.
Fuente: La Capital ~ Con un modelo de negocios basado en la edificación de viviendas con entrega de llave en mano, la constructora se posiciona ofreciendo alternativas de negocio en estas localidades.
Tras la pandemia se ha llevado adelante un éxodo desde Rosario a otras localidades cercanas y son cada vez más las personas que eligen vivir o invertir cerca de la naturaleza optando por viviendas más amplias y con espacios verdes. Con ocho años en el mercado, CREA, garantiza el acompañamiento de asesores y profesionales especializados durante todo el proceso de construcción.
Para acompañar las necesidades de los clientes, la propuesta arquitectónica es principalmente funcional. Se trata de aprovechar al máximo cada metro cuadrado para optimizar todos los espacios de la propiedad. Además, se pone especial énfasis en el diseño para lograr productos que se vendan rápido en el mercado, atractivos para inversores y clientes.
Alternativas de negocio
La inversión o compra de propiedades convierte al ladrillo en un multiplicador de valor: no solo constituye un resguardo sino que se presenta como la posibilidad de transformar flujo de dinero en pesos en un activo con valor en dólares. Esta alternativa de negocio es una excelente forma de inversión y capitalización para los clientes, garantizando una rentabilidad en crecimiento constante.
En este sentido, CREA, ofrece a sus clientes dos modelos de inversión: el tradicional y el de renta, ambos con una rentabilidad inicial estimada del 30%.
En el caso del proceso tradicional, el inversor realiza un adelanto del 50% del total y luego un desembolso quincenal del 50% restante según el tiempo de obra. Tras la venta de la propiedad se estiman ganancias que parten de un 30%. Para el caso de la inversión con renta, el cliente realiza una inversión del 100% al inicio del proyecto, lo que le permite percibir mensualmente una renta del 7,5% anual y una vez finalizada la obra una ganancia estimada que supera el 30%.
Otra alternativa de negocio es la asociación por participación. Se trata de una inversión mixta entre la empresa y el inversor, un mecanismo colaborativo de financiación que constituye una excelente alternativa para pequeños inversores.
Es importante mencionar que durante todo el proceso de construcción, la propiedad se comercializa en el mercado inmobiliario a través de los servicios de Urbanika Real Estate.
Las criptomonedas llegaron para quedarse, y ya han dado sus primeros pasos en el sector inmobiliario y la construcción. En el caso de CREA, se han comenzado a realizar operaciones que tienen a las criptomonedas como forma de pago e inversión. En estos casos, la única diferencia es la forma de pago: para ello, las partes involucradas se ponen de acuerdo en cuanto al monto de inversión de una casa y definen el valor de la criptomoneda de acuerdo a indicadores de cotización del momento.
Una empresa con sólida trayectoria
Actualmente, CREA lleva entregadas unas 140 casas en total, y cuenta con otras 38 en ejecución. Asimismo, prevé finalizar el 2021 con un total de 160 propiedades construidas. Sus proyectos se desarrollan mayormente en Funes y Roldán, dos localidades que atraviesan un auge de la construcción en el último tiempo.
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